Casos hay muchos, el más emblemático, el del joven cantante Gibrán Martiz; las evidencias señalan que fue el mismo Bermúdez quien se ocupó de la muerte del joven; el padre del joven, quien ha presentado esas evidencias, lo señala directamente. A todo esto, hay que sumar las muchas empresas que abrió para lavar su propio dinero, además del encubrimiento a Javier Duarte.
Bermúdez Zurita confesó haber custodiado el dinero ilícito que le llegaba al exgobernador. Y todavía quedan acusaciones. De modo que diez años de cárcel se nos hacen pocos para un delincuente de su calaña. Al rato nos van a salir que a Duarte le van a querer dar lo mismo.