Nadie está pidiendo que se regrese al antiguo sistema penal en México; quienes defienden a ultranza el actual sistema penal acusatorio utilizan esa falacia. Lo que la sociedad quiere es que se modifique ese sistema penal, pues al parecer lo primero que ha surgido de este nuevo sistema son los beneficios para aquellos que cometen un delito. Dicen los que dicen saber que el viejo sistema penal resolvía uno de cada cien delitos; pero este nuevo sistema todavía no ha podido mostrar su eficacia.
Otros dicen que el nuevo sistema es más exigente, exige probar las acusaciones, por lo tanto, lo fundamental de este nuevo sistema está en la investigación y en la presencia de las pruebas a la hora de acusar. Pero de todo eso se valen los abogados trúhanes para conseguir la libertad de sus clientes, porque hasta las pruebas más evidentes no son válidas para estos sujetos.
El caso de Xóchitl Tress es un buen ejemplo de lo malo que hay en este sistema penal. Sí, queremos que se resarza el daño que causa un ladrón, como devolver lo robado. Pero si eso le brinda la libertad al ladrón, éste queda con la idea de volver a robar esperando que no lo atrapen, y si lo atrapan, nuevamente devuelve lo robado y enuncia un “usted perdone” y se van libres.
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