Por supuesto las irregularidades sólo podían haber surgido de la gente de Daniel Baizabal, iniciando el carrusel en que convirtieron la candidatura del PAN-PRD, que una semana era para Sergio Leyva Olmos y otra semana era para Daniel Baizabal y otra semana era para los dos. A un día de la elección se encontró una bodega con despensas de parte de la coalición PAN-PRD, y todavía en el conteo los votos que eran para Morena se los pasaban a otro partido.
De modo que las irregularidades estuvieron, pero por parte de los que impugnaron, y con todo y eso tuvieron el descaro de impugnar. Habría que preguntarse qué tipo de intereses tiene Daniel Baizabal y la gente que aportó dinero a su campaña como para insistir en una necedad. Bueno, estos tipos se fueron hasta el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación; pero ahí tampoco les van a hacer caso.