Olvidan que dejó cientos de puentes y obras inconclusas, olvidan que gracias a este siniestro personaje los grupos delincuenciales hicieron de las suyas a lo largo y ancho del estado. Se les olvida también, que gracias a este señor la deuda se multiplicó por la charada llamada bursatilización. Fidel Herrera es indeseable, no es querido en Veracruz, que no se olviden que, gracias a este señor, Javier Duarte fue gobernador. Su engendro, con las mismas características de su padre putativo, robo a manos llenas emulando a su creador.
No, no hay que confundir, Herrera Beltrán tiene un negro pasado y, sobre todo, tiene cuentas pendientes con la justicia. Es cierto, hay quienes extrañan a Fidel Herrera y a su jauría, pero son pocos, sólo son los que disfrutaron de las migajas del pinche poder. Esos son los que añoran la presencia de un sujeto que es indeseable por la mayoría de los veracruzanos.