El PRD de los chuchos con Alejandra Barrales al frente, y su obstinación de impulsar su Frente Amplio Democrático con otros partidos políticos, los aleja cada día más de ser considerado un partido de izquierda. De hecho, el Sol Azteca desde hace mucho dejó de ser un partido de izquierda. Es bien sabido que ese frente no es otra cosa que un muro contra las pretensiones del líder de Morena. La traición del PRD a las bases se dio en el 2012, cuando éste avaló y formó parte del Pacto por México, compuesto por el PRI y el PAN; éste fue el brazo ejecutor del Gobierno Federal para implementar la Reforma Educativa y la Reforma Energética.
De ahí en adelante el Sol Azteca se ha convertido en la madre de las rameras. El Comité Ejecutivo Nacional está secuestrado por Jesús Zambrano y Jesús Ortega, verdaderos mercenarios de las migajas del poder. Y es que la presidenta del partido, Alejandra Barrales, que años atrás se le veía muy congruente, hoy sólo salta al tris de los chuchos y de Miguel Ángel Mancera.
Esta líder declaró la siguiente joya: «El frente amplio es la oportunidad que tenemos de ponernos al servicio de los mexicanos y trabajar junto con ellos para proponer soluciones reales a los problemas que vive el país». De verdad que ni ellos creen eso. Ya veremos si siguen apoyando al PAN, o si desde el PRI les arrojan unas monedas más y cambian de rumbo sus pretensiones.
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