Y es que en las investigaciones sobre la riqueza inexplicable del exfuncionario duartista, éste alegó que su cuñada, María Elena Saldaña, le donó a la familia dos millones 500 mil pesos. ¿De dónde? Vaya usted a saber.
De esta manera, uno de los operadores políticos de Javier Duarte, quien hace años vendiera celulares en Tampico, es acusado de enriquecimiento ilícito, por lo que debe justificar que de un día para otro, o de un sexenio para otro, su fortuna se incrementara en 58 millones de pesos, lo que se nos hace poco para un sujeto que manejaba millones de pesos para las campañas.