La molestia de Zazil Reyes contra Édgar Hernández es comprensible, aunque fuera de tiempo. Su derecho de réplica es aceptable y se le debe dar, si es que quiere explicar su circunstancia particular, si es que quiere dar argumentos a su favor para que la quiten de ese grupo.
Sin embargo, lo único que está consiguiendo es que la prensa se remita a sus antecedentes, a los motivos por los que la renunciaron del ayuntamiento de Xalapa, pues se denunció que la funcionaria municipal le descontaba el 50 por ciento de su salario a sus empleados para quedarse con él, además de utilizarlo para realizar diligencias personales. O de las denuncias sobre la directora de Buen Gobierno en el ayuntamiento que nunca estaba en su oficina por andarse promocionando como toda una Reini en los eventos políticos.