Las Reinis hicieron de su obscenidad una carta de presentación

Las Reinis se aprovecharon de la famosa regla de equidad de género, que pretende brindar espacios iguales en la política a los hombres y mujeres; loable regla aunque cuestionable. Lo malo es que para acceder a los puestos de elección o a los cargos de responsabilidad en los gobiernos de Fidel Herrera y de Javier Duarte lo menos que se buscaba era la experiencia o la capacidad para desempeñar bien un cargo, los hombres de la política de ese tiempo se fijaban en asuntos más físicos, más carnales.

En un primer momento ellas, las mujeres, pudieron haber sido consideradas víctimas, sin embargo, en su forma de actuar nos dimos cuenta que ellas se acomodaron muy bien en su papel de mujeres fáciles, haciendo de la política un verdadero burdel. Las anécdotas sobre el tema son muchas, obscenas en su contenido, porque ellas hicieron de su obscenidad una carta de presentación. Cabe mencionar que consiguieron lo que buscaban, pues en su momento les dieron riquezas, casas, departamentos y puestos de elección popular o cargos de relevancia.

Llevando una vida decente no hubieran conseguido lo que consiguieron. Javier Duarte y sus secuaces las tenían en camionetas de lujo, con guardaespaldas todo el día. Entonces, si obtuvieron todo lo que quisieron, ahora ¿por qué se quejan? ¿Por que se revela su vida disoluta, vida que ellas hicieron del dominio público?