Filiberto Vargas Rodríguez /
Prefacio.
La falta de liquidez empieza a desesperar al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares. El castillo de naipes que le pintó a los veracruzanos para venderles las “bondades” de su plan de renegociación, se está desmoronando. *** Los acreedores no están dispuestos a revisar plazos ni tasas de interés con un gobierno estatal que no hace lo mínimo necesario para reducir su gasto y comportarse como una administración en crisis. *** Este martes el gobernador dio un paso para tratar de componer la imagen de Veracruz ante las empresas calificadoras. Pidió al Congreso autorización para crear un fideicomiso que le pide Banobras para conseguir disponibilidad de recursos. *** Personal de la Secretaría de Finanzas acudió al Palacio Legislativo a explicarles a los diputados las implicaciones de este fideicomiso y la urgencia de que sea aprobado, de manera que en el menor tiempo posible se refleje en la calidad crediticia de la entidad. *** Propuestas como ésta deben ser aprobadas. Hay otras, sin embargo, que están por llegar al Congreso, que atentan contra la economía de los veracruzanos y que deberán ser rechazadas de forma contundente. *** Ya las veremos.
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En forma cada vez menos discreta, el gobernador de Veracruz ha ido mostrando su verdadero rostro. Miguel Ángel Yunes Linares gusta de los espectáculos con animales, gusta de los toros, de las “vaquilladas” y hasta de las peleas de gallos.
Sabe, sin embargo, que hay una creciente tendencia a cuestionar este tipo de actividades y procura no confrontarse con los grupos “animalistas”.
Permitió, sin embargo, y a pesar de las amenazas de la Fiscalía General del Estado, la famosa “xiqueñada”, que no es más que el acto de soltar toretes en el centro de la ciudad, para que sean azuzados por la población, ebria de licor y deseosa de sangre.
Este martes el Congreso local aprobó que en la entidad se celebren espectáculos como las peleas de gallo, vaquilladas, novilladas y corridas de toros, actividades que quedaron excluidas de las limitaciones que impone la Ley de Protección de los Animales.
La decisión coincide con la postura personal de Miguel Ángel Yunes, un depredador, un “macho alfa” en la manada de lobos que gobierna Veracruz.
Los especialistas en la materia definen al líder de una manada de lobos como un ser dominante, que demuestra el liderazgo con su pose y actitud, cuerpo erguido, cabeza y cola levantadas, orejas erectas. El animal alfa goza de privilegios, como el derecho a devorar la presa antes que los otros miembros de la manada. El resto de lobos, menos dominantes, tendrán una actitud sumisa hacia el animal alfa, como lamer el hocico del líder, encoger sus cuerpos y colocar sus cabezas, colas y oídos más bajos que los miembros superiores.
Con una estructura social similar, en el gobierno de Veracruz los animales “omega” inferiores en la jerarquía a los alfa, asumen fielmente las actitudes y los caminos que define el macho alfa.
Así, si el mandatario estatal, en sus reuniones privadas y hasta en declaraciones públicas demuestra su desprecio por el Poder Legislativo, lo “natural” es que el resto de la manada haga lo propio.
Ya lo hizo en algún momento el Fiscal General del estado, Jorge Winckler, quien se refirió a los legisladores como una “bola de corruptos”. Los diputados se desgarraron las vestiduras, pidieron una disculpa pública y hasta la cabeza del fiscal… hasta que se les agotó el coraje. El asunto pasó al olvido.
El secretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marié -con más camino, pero menos cacumen que el fiscal- no podía ser menos, y de borrachos, burreros, ladrones y facinerosos no los bajó. Se atrevió incluso a revelar información que debería ser confidencial (como cuando informó que una empresa del legislador Fernando Kuri “es investigada por la Policía Federal debido al robo de material de construcción”).
Téllez Marié, con ínfulas de “macho alfa” ninguneó a los diputados locales, de quienes dijo que “habría que valorar su calidad moral”.
“Casualmente”, las descalificaciones del funcionario estatal fueron dirigidas –todas- a los legisladores que integran el grupo mixto “Juntos por Veracruz”, por lo que su coordinador, Fernando Kuri, subió este martes a la tribuna para exhortar al gobernador a que sustituya a su subalterno y “ponga a una persona capaz, con conocimiento del problema que enfrenta Veracruz y con la capacidad para lograr lo que ofreció en su campaña: que tengamos paz y seguridad”.
La combinación de ineptitud y soberbia da como resultado a funcionarios fracasados e intolerantes. El propio Téllez Marié, al cuestionar la calidad moral de los legisladores, expresó: “El puesto no hace al hombre, el hombre hace al puesto y nosotros somos los que tenemos que dignificar el nombramiento que nos dieron y cumplir con la misión que nos encomendaron”.
¿Qué espera entonces?
¿Cuándo empezará a cumplir con la misión que le fue encomendada?
A menor, claro está, que el encargo haya sido otro, distinto a garantizar la seguridad de los veracruzanos.
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Epilogo.
De esas “perlas” que suele aventarse el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares. Le lanza un puyazo al dirigente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, a quien acusa de haber guardado silencio sobre el caso Javier Duarte, porque este “le untaba la mano” con recursos de los veracruzanos. El tema es curioso porque a él mismo (Yunes Linares) se le critica que esté protegiendo a destacados personajes de la vida pública, que trabajaron muy cerca de Javier Duarte y que se beneficiaron de esas prácticas fraudulentas que lo tienen en la cárcel. ¿Será que esos personajes que no son molestados, se arreglaron con el actual gobernador y le “untaron la mano”? El silencio de López Obrador es tan sospechoso como el de Yunes Linares. *** Cerca de las 23:30 horas del lunes, en el interior del bar “La Sobremesa”, ubicado en la avenida 11 esquina con calle 5, en el centro de Córdoba, sujetos irrumpieron portando armas de alto poder y abrieron fuego contra varias personas que se encontraban en una mesa. Tres personas fallecieron y dos más heridos de bala, fueron trasladados a un hospital. Hay un detenido. Los fallecidos fueron identificados como Miguel Cerón, quien era elemento de la Delegación de Tránsito; Julio César Márquez Rasso, de 25 años de edad, quien era gerente de las grúas “ABB”, y una persona más, aún sin identificar. Las versiones indican que se trata de la guerra entre dos grupos delictivos que se disputan el “tesoro” que representa la operación de las grúas. *** ¿Y Seguridad Pública? ¡Ah, sí! Peleando con los diputados.
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