Todos estos militantes son de Oaxaca, que no están conformes con las alianzas que ha formado el PRD con sus enemigos naturales del Partido Acción Nacional (PAN). Rey Morales señala que su renuncia es por «ser congruente y ser objetivo con la línea política con la que se fundó en 1989 esté instituto político y que actualmente lo han pervertido y convertido en un partido colaboracionista con el gobierno en turno».
Lo paradójico es que la renuncia de todos estos militantes se da en el momento en que el Partido de la Revolución Democrática anda promoviendo entre sus adversarios un movimiento de unidad. Es decir, el PRD está siendo candil de la calle y oscuridad en su casa.