En verdad se necesita ser o muy caradura o muy tonto para ir a un país extranjero y ponerse a criticar su modo de gobernar, sobre todo cuando el pasado cae como una loza sobre la cabeza del que critica. El caso de Vicente Fox resulta patético. Durante su mandato, su esposa y sus hijastros se sirvieron con la cuchara grande. Además, mientras Fox estuvo gobernando, el narcotráfico trabajó a sus anchas y el golpeteo y represión contra periodistas fue evidente.
También Fox se puso a las órdenes de “los dueños de México” y de líderes increíblemente corruptos. Como uno de muchos ejemplos está el de Elba Esther Gordillo, la líder “moral” del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Por eso sorprende mucho a los mexicanos cómo una persona con semejante cola que le pisen se ponga a criticar al vecino país de Venezuela. Es cierto que la manera de llevar las cosas de Nicolás Maduro no es la correcta, pero eso le compete principalmente a los venezolanos.
Por cierto, resulta cuestionable, y hasta sospechoso, que el botudo compre boletos y pague los gastos de su propia bolsa, a menos que alguien de muy arriba le esté financiando su alocada y chabacana visita a el país de las catiras. Por el momento, el gobierno de Venezuela ya lo nombró persona non grata, en otras palabras, un indeseable.
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