Por supuesto, una vez fuera del gabinete, Clementina Guerrero no tendrá problemas de dinero, pues es sabido que la señora consiguió una muy jugosa pensión que se acerca a los cien mil pesos mensuales. Y es que Clementina ya no tenía necesidad de trabajar, ya lo hacía por puritito deporte.
Tal vez en este tipo de puestos se debería poner a personas que busquen realmente hacer algo por su estado, alguien que tenga un compromiso de trabajo, un compromiso profesional y no a personas que crean que ya se han ganado la gloria. La verdad es que Tula Guerrero nunca se comprometió con el puesto, siempre pensó que, con estar ahí en Finanzas, le estaba haciendo un favor a los veracruzanos.