Si de verdad Javier Duarte tiene un as bajo la manga, como todo indica que así es, no dude usted que lo está dejando hasta el último momento. Las elecciones presidenciales en unos cuantos meses es tiempo a favor del Nerón Veracruzano. Los vientos del solapamiento y la impunidad pueden marcar el destino de uno de los robos más grandes del siglo por una verdadera jauría, engendrada por el capo mayor, desde luego que nos referimos al famoso Tío Fide.
Tanto Javier Duarte, como su padre postizo, merecen estar tras las rejas, sin embargo, no se haga usted falsas esperanzas, tenga la certeza que aunque el PRI haya expulsado de sus filas a semejante engendro, moverá todas sus piezas para que no sufra ningún rasguño el hombre que pudiera hacer que el PRI pierda la presidencia; total, en Veracruz ayudó mucho para que el PAN le arrebatara la gubernatura al partido del presidente.