Xalapa será admirada por sus calles, sus puentes, sus rincones, sus amaneceres, sus ocasos, su neblina y su gente. El problema va a ser cuando los tlaxcaltecas lleguen a Xalapa y vayan al centro de la ciudad, donde las obras de “enchulamiento” de la calle Enríquez estropean el paisaje. O cuando pasen por la avenida Pípila que tiene meses en reconstrucción y no se ve para cuándo la terminen.
Y así, mientras Héctor Montes de Oca muestra el rostro bello de nuestra hermosa ciudad, otros en su cerrazón y desidia se ponen a contradecirlo. Habría que hacer un recorrido por todas esas obras inconclusas para conocer la razón por la que no se han terminado.