El SNTE de Robles Martínez, aunque charro recalcitrante, tenía peso para presionar al Gobierno Federal; Carlos Jongitud Barrios, quien llegó con el aval de Luis Echeverría, pudo, con su Vanguardia Revolucionaria poner a varios funcionarios de rodillas; ya ni se diga de la maestra Elba Esther, con la personalidad y el peso político que tenía mandaba el mensaje a las bases de que efectivamente se defendía al maestro, a un precio muy caro, pero el SNTE figuraba, sus siglas pesaban. Hoy el SNTE sólo es comparsa y dama de compañía de Aurelio Nuño Mayer
Muchos maestros, a lo largo del país, reflexionan que ya no tiene caso tener a un líder sindical que no representa al magisterio y sólo responde al tris del presidente. Resulta curioso que Díaz de la Torre comience a recorrer todo el país, precisamente cuando el magisterio disidente comienza a organizarse contra los resultados de la evaluación docente.
El Güero sabe que sólo es un mayordomo para los amos del poder; le han hecho saber que él sólo es el encargado de mantener el poco control sobre el magisterio. Al Gobierno Federal no le conviene tener manifestaciones e inconformidades, los ojos de la OCDE están sobre México, sobre todo por los pésimos resultados de las evaluaciones a los alumnos y la férrea resistencia de los docentes por ser evaluados. Hoy el SNTE recoge lo que sembró.
Comentarios