Ya lo habíamos señalado en este espacio, algunos medios de comunicación se rigen más por los intereses políticos y económicos que por el interés social que debe guardar el periodismo. Uno de esos medios, lamentablemente, es El Universal, uno de los medios de mayor seguimiento. Un ejemplo de lo que decimos fue el manejo tendenciosos y manipulador que tuvo del caso Eva Cadena a unos días de las elecciones en el Estado de México.
Pues el día de hoy seis personas que escriben para El Universal mandan una carta de renuncia al presidente ejecutivo Juan Francisco Ealy Ortiz donde señalan «hace algunos meses, pero sobre todo en las últimas semanas, El Universal ha adoptado una cobertura adversa ante uno de los proyectos de construcción institucional más relevante y urgente para nuestro país: el Sistema Nacional Anticorrupción. Quienes firmamos esta carta hemos estado involucrados de manera directa en la concepción, desarrollo y puesta en marcha de ese ambicioso sistema que busca erradicar uno de los males que más lastiman a México».
El reproche que le hacen es el siguiente: «La falta de sustento de las notas publicadas por El Universal —incluso en llamados de ocho columnas— ha sido evidenciada en diversas sedes y por diversas personas y, sin embargo, de manera inexplicable, el periódico ha mantenido esta línea editorial».
Seguramente no pasará nada porque El Universal es uno de los medios más beneficiados por el Gobierno Federal y por los gobiernos estatales, y eso vale más que cualquier código de ética. Firman: José Luis Caballero Ochoa, Enrique Cárdenas Sánchez, Edna Jaime Treviño, Sergio López Ayllón, Jacqueline Peschard Mariscal y Pedro Salazar Ugarte.
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