El comunicado del Tribunal Electoral de Veracruz dice: «En otra casilla más se demostró que la persona que desarrolló la función de presidenta de la mesa ejerce el cargo de servidora pública en funciones de autoridad, circunstancias que están prohibidas por la normatividad electoral. No obstante, la anulación de cuatro casillas no afectó el triunfo del candidato ganador».
Esa es en realidad Sara Ladrón, la rectora que no escucha razones. No extraña que el doctor Josué Cortés Zárate la acuse de cerrase a la realidad: «Como rectora en funciones no debe permitir que la percepción derivada de la información que usted puede recibir de algunos integrantes de su equipo cercano le impidan llegar a conocer la realidad de abusos que se han cometido hacia personal directivo de la universidad, entre ellos, un servidor, por señalar lo que considera que está mal y que he documentado ante varias instancias universitarias y ante la Junta de Gobierno, pero hoy esto ha llegado al límite».