Antonio Trujillo y Perdomo / Se dejaron caer los federicos, por todos laredos hay patrullas de polis federales QUE le andan pedaleando para limpiar de lacras las principales ciudades de Veracruz.
Luego de que en Cardel se agandallaron gachamente los mañosos con Juan Camilo Castagné, Coordinador estatal y otros mandos de los federales en la entidad, no se las van a perdonar a los maloras , van sobre ellos y si no los exterminan al menos sí les van a causar un buen de bajas, para que vean quién manda en esta tierras. Aplicando justicia, no venganza.
El espíritu solidario de los agentes se percibe y luego de su jefe a nivel nacional declaró que muchos elementos estaban dispuestos a venir a Veracruz para hacer justicia, no para vengarse, pues se dejaron venir para ponerle en toda la suya a los malandrines que desparpajadamente viven y delinquen en nuestra entidad, tolerados desde los sexenios priistas o de común acuerdo con políticos y policías locales –digo yo- con su respectiva mochada claro está, no de a grapas.
Nomás de ejemplo de cómo andan los azules de enchilados contra los malos, ayer en la noche, un kilómetro adelante de la Academia El Lencero policías federales detuvieron una nave gris plateada Jetta de reciente modelo donde iban a bordo tres tipos malencarados, en apoyo llegaron al lugar para vigilar el entorno, en la revisión y vigilancia, ¡ 10 patrullas federales! Diez.
Nunca en muchos años de feliz existencia había visto yo semejante solidaridad y apoyo gremial. La neta es que los federicos andan bien encabritados porque desde la ejecución de sus compañeros y jefes en Cardel fue prácticamente una declaración de guerra, los mañosos no midieron con quién se metieron y chiquita la van a ver y no se la van a acabar, neta.
El asesinato fue un desafío a todas las autoridades, lo lanzaron al atacar cobardemente a los guardianes, ya venían alardeando semanas antes con cartulinas contra el Secretario de SSP, Yimi Téllez, trataron de enredarlo en sus trácalas de influencias, pero no se los creyeron en las alturas. Ya se vió.
Ricardo Pacheco, alias El Quino fue abatido en Puebla, se jactaba de ser el jefe de plaza en Veracruz, se supone que el tipo fue el autor intelectual del asesinato de los agentes policiacos y luego de los hechos que hicieron mucho ruido mediático se fue a esconder cobardemente con parte de su banda, porque así actúan siempre, cobardemente y en montón se apretujaron en un edificio donde les dieron cran a algunos de ellos y otros quedaron heridos o atorados rumbo al reclusorio.
Los enterados especializados cuentan que los mañosos mantienen comunicación con policías, agentes de tránsito, y otras autoridades menores a los que tienen bien maiceados para que halconeen y los mantengan bien informados de todos los movimientos de soldados, marinos, federales, gendarmería etc, etc. Pero esta vez les falló.
También existe la versión de que los malandros andan súper encabritados porque los federales los torcieron en el chueco negocio del huachicol robado y comercializado en toda la región, incluyendo en los depósitos del mismísimo Pemex, ¡ay carbón!
Otra buena noticia para la raza decente y muy mala para los malos de la película es que la Procuraduría General de la República atoró en Tabasco al malamadre Hernán Martínez Zavaleta alias El H, autor intelectual de la masacre contra dos adultos y cuatro niños.
Metieron los procus buena chamba, neta. Otro boleto es que uno de los adultos posiblemente anduviera poniéndole al peligro, eso están investigando, quesque porque un día antes le había dado piso a un malandro de cierta jerarquía en la zona del sur de Veracruz, o sea, que se sigue comprobando que la guerra narca y los altos índices de violencia son porque entre las bandas de maloras se están partiendo toda la suya por broncas de territorio y negocios de giros negros. Eso eleva el índice aunque los emisarios fideduartistas del pasado reciente se llenan el chipo gritando desaforadamente que el Miyuli en seis meses no ha podido parar tanta violencia, ¡mis polainas!
Lo que no deja de ser cierto es que la ofensa proferida a los cuerpos policiacos con al artero ataque a los policías federales, irónicamente hizo que la Federación pusiera más atención, en serio, para combatir el flagelo de las bandas delincuenciales que asuelan a Veracruz.
Desgraciadamente a costa de la vida de tres servidores públicos es que se nota la presencia policiaca federal actuando al cien por ciento en nuestro entorno, picándole los oclayos y las costillas a los maloras causantes del estado de miedo de 8 millones de veracruzanos.
GUIJARRO. “Esto se acabó, ha quedado muy claro que no habrá complicidad ni complacencia”: Miyuli.
Comentarios