De resultar cierta la versión sobre la detención del autor intelectual de las seis personas de una familia en Coatzacoalcos, incluyendo a cuatros menores de edad, estaríamos hablando que dos de los más sangrientos crímenes que conmovieran a la opinión pública están por ser resueltos en menos de una semana.
Se reporta que H. M. Z., conocido como “El Comandante”, presunto jefe de plaza de los Zetas en Coatzacoalcos, pudo haber sido detenido entre los límites de Veracruz y Tabasco. Ayer se reportó la detención en Puebla de 10 integrantes de una banda de secuestradores entre los que se encontraban los cuatro implicados en el asesinato del delgado de la PF, Camilo Castagné.
Una de dos, o las autoridades nos están mostrando a puros “chivos expiatorios” (serían demasiados), o las autoridades siempre han podido dar con los responsables de los crímenes, sólo que dosifican su “justicia”, o la ofrecen a discreción, dependiendo de la persona a la que asesinan o dependiendo de los padrinos que los responsables tengan. Si lo que están mostrando es efectividad, ojalá así lo fueran en el caso de los periodistas asesinados.
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