Un marcador de 4-1 es congruente con los resultados anteriores, y eso que no fue la selección teutona titular, sino una selección alternativa. Así que no había posibilidades de que México ganara. Las falsas expectativas se las crearon a usted las empresas televisivas a quienes les conviene tenerlo a usted ahí, pegado a la televisión, consumiendo los productos que ellos anuncian.
De modo que ni se ponga triste, ni se le ocurra tirarse de cabeza de un quinto piso. La selección mexicana no merece su tristeza, no merece a su afición. Por supuesto, si es usted masoquista y disfruta pasar por estos trances, entonces ni caso nos haga; disfrute su decepción.
