Virginia Durán Campollo / Su cobardía, vileza, miedo, complejo, ruindad, pobreza mental, conflictos existenciales los trató de cubrir con una máscara. Javier Duarte no se salió del guion de vida política: alzado, altivo, prepotente, retador, burlón, déspota el delincuente se burló de la justicia que lo hospeda y de la nacional. Era un pobre bufón. Un payaso de poca monta. Él si era irrisorio. Inflado de peso, con una barba descuidada, con la mirada extraña del loco de remate, que siempre ha sido. Representaba fielmente a la clase política nacional, que nos ha humillado, robado, corrompido, sometido, atemorizado. El arrogante ex funcionario corrupto, que reta a la ley pues sabe puede comprarla. La tranquilidad de saberse con riqueza, para pagar a jueces, magistrados, abogados para que litiguen a su favor. Conoce que nuestro sistema de justicia es tan imperfecto, que le llega a la víctima más no al victimario. Es tan rico, que lo único que tiene es dinero.
*** Javier Duarte de Ochoa representa a los políticos trepadores, esos que salen de las alcantarillas. La corriente nueva priista, que presumió Enrique Peña Nieto llegaba a gobernar y a quienes –principalmente- hizo gobernadores. Los que se transformaron en virreyes, viviendo en un lujo extremo digno de una monarquía. Ni los presidentes más aviesos como López Portillo y Salinas de Gortari, se le fueron a la ubre del presupuesto tan codiciosamente como estos lastres. La inteligencia aplicada a crear bandas delincuenciales, que operan desde el mismo gobierno. Los secretarios de despacho, aplicándose en la extracción, las cuotas a pagar, las empresas fantasmas, el moche de los prestadores de servicios, el reducir los sueldos de los trabajadores de confianza en un 10 por ciento y más arbitrariedades.
*** No solo los veracruzanos nos sentimos ofendidos, con la sonrisa idiota del ladino. Todo México lo comenta y las redes sociales, ya han dado cuenta del rechazo. Lo que viene nadie lo sabe, pues no cabe duda que hay una complicidad muy fuerte con el presidente. Fueron incontables miles de millones de pesos, que el grotesco individuo aportó no solo a su campaña sino mes con mes, a la cuenta de su protector. No podemos los mexicanos, permitir éste tipo de personas en cargos públicos. Miguel Ángel Yunes Linares, tiene la obligación ya de encarcelar a los cómplices del duartismo y no retratarse con ellos. No es ético el pacto monetario, para la impunidad. Si no lo entiende, ya se verá en la elección venidera. Gobierno fallido, le recetó Javier el grotesco. Seguimos esperando, los veracruzanos, cumpla con sus obligaciones de gobernador.
*** Karime Macías, la nueva Reyna del Sur.
*** Y para las agruras del mole…usted sabrá qué tomar. Hasta la próxima.