Cuando escuchamos a Javier Duarte exculpándose ante el tribunal de Guatemala, diciendo que de su parte no hubo extracción del dinero público porque «esa transferencia está fundada en oficios en donde NO PARTICIPÉ, NO FIRMÉ», inmediatamente me vino a la mente otro funcionario público de menor calibre que utiliza el mismo argumento para defenderse de los señalamientos en su contra sobre contratos con empresas fantasma.
Usted recordará en un reportaje para Despierta con Loret, donde Juan Antonio Nemi, “el inocente”, sale a decir: «NUNCA PARTICIPÉ en nada patrimonial, NO HAY NINGÚN DOCUMENTO FIRMADO POR MÍ. No asistí a ninguna reunión. Jamás tuve trato con proveedores, nada. De suerte que todo lo que tiene que ver con la gestión de recursos del DIF no tuve ninguna participación, de ningún tipo».
Ahora resulta que Javier Duarte como gobernador no tuvo nada que ver con transferencias ni con contratos y licitaciones para empresas fantasma; ahora resulta que Juan Antonio Nemi sólo estuvo de adorno en el DIF, porque el señor dice que no tuvo ninguna participación en la gestión de recursos, aunque por supuesto tuvo a su incondicional Pedro Solís para que él se encargara de eso, lo mismo que en la Secretaría de Salud, a donde saltó gracias a su buen comportamiento.
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