Salvador Muñoz / La noche del sábado pude haberla disfrutado mucho… no sólo por la gran oportunidad que significó escuchar a “Los Panchos” en el IMAC (Iniciativa Municipal de Arte y Cultura), el cual resultó insuficiente porque muchas personas llegaron todavía con la esperanza de encontrar boletos, aunque ya se había anunciado que las localidades estaban agotadas… tampoco por la emoción de platicar con ellos, con Gabriel Vargas, Adán Juárez y Taurino Vargas, así como la nueva dinastía que ya los acompaña en las percusiones, Gaby Vargas junior… o por encontrarme con amigos como Román Moreno, Miguel Valera, Arturo Reyes Isidoro, cantando “Como un rayito de luna”, “No”, “Sabor a mí” y tantos otros boleros… o por reencontrarme con María Elena Baruch, quien hizo el viaje desde Acayucan exclusivamente para ver a Los Panchos… en serio, pude haber disfrutado mucho de no ser por las noticias que repiqueteaban en mi celular y daban cuenta de las malas nuevas en Cardel y Coatzacoalcos.
Por eso, me permito platicar de lo que platiqué con Los Panchos, pero para otro día…
En redes empezaron a circular fotos tanto del homicidio del comandante de la Policía Federal Camilo Castagné y un acompañante, así como la de unos pequeños asesinados en Coatzacoalcos.
Las preguntas que me asaltan de inmediato es ¿por qué exhibir estas fotos en las redes? ¿porque son noticia? ¿Para generar morbo o seguidores? aunque la cuestión que me alarma es esta última: ¿generar villanía en nuestras autoridades? ¿Qué quiero decir con esto? Hacer a las autoridades “el malo de la película” aun cuando el villano sea otro. Si bien es respetable la decisión de cada persona para subir lo que quiera en sus redes sociales, del otro lado debemos cuestionarnos qué fin persigue realmente su publicación…
Agreguemos otra cosa: la “campaña de terror” (no sé cómo más llamarla) que se genera a través de las redes sociales, donde circula una especie de “Apocalipsis jarocho” por la disputa de plazas en aras de “mantener el negocio” de secuestros, venta de órganos, tráfico de personas, extorsiones. En dicha “circular” de Whatsapp, se dice que el gobierno debe “negociar” con los delincuentes, si no, la muerte seguirá suelta a todas horas y en todas partes.
Sumamos los comentarios de algunos políticos con respecto a los últimos sucesos que nos consternan en Veracruz, donde la desgracia se convierte en “raja política”. Por ejemplo, veo al dirigente del PRI, Renato Alarcón Guevara, demandar al frente de las instituciones “a personas capacitadas y con experiencia, que ofrezcan resultados inmediatos ante una situación que se ha vuelto insostenible para la ciudadanía”… vamos, pide el relevo de Jaime Téllez Marié, como secretario de Seguridad Pública.
Igual, respetable su posición como oposición, como así lo hizo Andrés Manuel López Obrador, al criticar los últimos homicidios perpetrados en la entidad y recordó la promesa de campaña de Yunes Linares por acabar con el problema de la inseguridad en seis meses, y a siete, pareciera entonces que no ha cumplido con tal…
O la exigencia del Grupo Legislativo de Morena para que comparezca el titular de la secretaría de Seguridad Pública como si maldita la cosa ello resolviera algo.
¿Es válido sacar raja política de la desgracia? En términos políticos, es evidente que sí… por supuesto, pues es la Política que se emplea en este México y Veracruz. Espero que llegue un día la otra Política, donde en una circunstancia similar, saliera Renato Alarcón Guevara y dijera que él como presidente del PRI, respalda al Gobernador en aras de acabar con la delincuencia que azota a este Veracruz… que nos dejaron sus anteriores gobiernos…
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