El 21 de noviembre del 2015, Javier Duarte se enfrentó a los maestros veracruzanos, afuera del gimnasio Omega y afuera de la sede de Boca del Río. Hombres y mujeres fueron tratados como animales, algunos fueron golpeados por esbirros, sujetos morenos de casquete corto, otros fueron amedrentados por los perros y sujetos montando caballos. Al otro día, el columnista Luis Ortiz, publico lo siguiente en LBP: «Es muy seguro que después de esta soberana madriza, los maestros unirán fuerzas, el MMVP, la CNTE, y Morena, tendrán que fijarse objetivos y trazarse metas, será necesario una convocatoria congruente a las diversas organizaciones sociales, y llenar ese vacío de liderazgo que dejaron los lideres traidores que se dejaron seducir por el canto de las sirenas.
»El magisterio tendrá que repensar sus estrategias, las afrentas no son pocas, la política duartista se ha caracterizado por un desprecio a los periodistas y a los maestros disidentes. La indiferencia y apatía de los líderes sindicales por la defensa legítima de los derechos laborales es una muestra que están entregados al sistema gobernante en turno. (…) La moneda sigue en el aire, la lucha magisterial no ha terminado, los gobernantes, candidatos y partidos políticos harían bien recordar que en Veracruz los maestros son un peso fiel de la balanza en asuntos electorales. Y éstos ya no son botín político de ningún líder añejo».
Y efectivamente, el magisterio le dio la espalda al PRI, es cierto que había otros partidos cómplices, como el PAN y el PRD, sin embargo, el tricolor pagó los platos rotos, ya que la propuesta fue del propio presidente. En este mes nuevamente han llegado los avisos y notificaciones de evaluación, ¿ya no entrará con sangre y macana?
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