No niega Enrique Peña Nieto que posea un malware que es utilizado para mantener la seguridad interna del país. No niega que su gobierno haya adquirido esa tecnología para combatir al crimen organizado, no lo niega, pero rechaza categóricamente que su gobierno haya espiado a periodistas, activistas o a políticos. Peña Nieto está muy seguro y su declaración es meter las manos al fuego por las dependencias federales que poseen el malware Pegasus.
Una de esas dependencias es la PGR, otra es el Ejército mexicano. Pero ninguna de estas dos instituciones ha dado garantías de confiabilidad. Se han equivocado constantemente al emitir sus “verdades históricas”, mismas que con un poco de investigación periodística se han venido abajo.
La seguridad con que el presidente rechaza que su gobierno no espía a periodistas, activistas y políticos opositores parte de los informes que le han enviado aquellos a quienes se acusa como espías. ¿Qué le iban a informar los implicados? Pues su “verdad histórica”, esa que constantemente se les ha venido abajo.
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