Mussio Cárdenas Arellano /
* Los mil 300 millones en video * Versión de Edgar Hernández * Que Bermúdez hablaría a cambio de libertad * Héctor se enreda * Eva Cadena, los videos, el peritaje * La Sección Instructora quiere a Morena * El objetivo es el Peje * Patalea Flavino en juzgado federal * Deja Morena Leonel Ordaz * Llama dictador a López Obrador
Asiduo a Casa Veracruz, Héctor Yunes halló ahí un negocio monumental: mil 300 millones de pesos para soñar con ser gobernador, salpicando a Beltrones, financiado por “mi jefe político”, Javier Duarte, fingiendo que iba a ganar. Y al final perdió.
Mil 300 millones para retener el gobierno de Veracruz. Y Héctor lo niega.
Mil 300 millones para bloquearle el paso a Miguel Ángel Yunes Linares. Y Héctor no lo admite.
Por ilegal, la entrega del dinero, cuenta el senador, es un embuste. Y aduce que en 40 años de priista lo que lo avala es su honestidad. Sí, su honestidad.
Impoluto, pues, su plumajes es como el del Peje López Obrador o más fino: cruza el pantano y no se mancha.
No se mancha pero queda registrado en un video que lo incrimina, descrita la operación con detalle, los rostros, las jerarquías, la transa, por el periodista Edgar Hernández, en su columna Línea Caliente.
Duarte, más colmilludo que generoso, compraba impunidad trasladando parte de lo que le robó al erario para destinarlo a la campaña del PRI. Y Héctor Yunes, el alfil del entonces líder nacional priista, Manlio Fabio Beltrones, con la encomienda de frustrar la llegada de Miguel Ángel Yunes Linares al gobierno de Veracruz.
Implicado en la operación, acusado de nuevo a raíz de la exposición del audio en la red social Youtube en que se escucha una voz, presuntamente la del ex secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, confirmando la inyección de mil 300 millones de pesos a la campaña priista, Yunes Landa refuta y repara, niega y se engalla.
Hoy, Edgar Hernández reitera su versión. Y en la entrega de este jueves 15 añade datos clave, precisos.
Hubo un testigo de calidad: José Murat Casab, asesor de Javier Duarte, quien le gritaba a Héctor Yunes que no fuera tan obvio ni exagerado en sus demandas. El dinero fue entregado en fajos de 100 mil pesos en billetes de mil. Otro testigo sería el ex senador por Coahulla, Alejandro Gutiérrez.
En su parte medular, la columna de Edgar Hernández relata:
Un video da cuenta de la transacción.
En él se observa al operador financiero de la campaña de Héctor, Hugo Eliud Meraz Barrera, hoy escondido en la ciudad de México, al momento de contar el dinero y firmar de recibido por 200 millones de pesos, una de las cinco entregas.
Es de notar que tanto el 21 de marzo como el 23 de abril, el presidente del PRI nacional, Manlio Fabio Beltrones, estuvo en Veracruz en diálogo con Javier Duarte; una fotografía el 21, da cuenta del encuentro Héctor/Duarte/Manlio.
Así, tras hacerse pública la columna “Danza millonaria en Duartevideos”, bajo la rúbrica “Línea Caliente. Edgar Hernández”, que da cuenta en parte de lo arriba descrito.
El 24 de abril, el senador Yunes envía una carta aclaratoria en donde “reconoce” la facilidad de este reportero “para escribir ficciones mediáticas al igual que tus dotes novelísticas”.
“Sin embargo –agrega la misiva- te aclaro que no recibí del ex gobernador (no lo cita por su nombre) un solo peso para mi campaña u otro propósito, siempre me he conducido apegado a la ley”, concluye.
En efecto, él jamás recibió físicamente el dinero.
Días después en una visita a mi domicilio el jueves 11 de mayo, a petición mía para abundar sobre el tema, el senador Yunes en compañía de Francisco Garrido me reiteró que “jamás recibí de Duarte un billete de 20 pesos”.
En tanto, quien esto escribe se sostuvo en su dicho y le adelanté que incluso traía datos de la “Operación Zafiro”, a lo cual no le dio mayor importancia hasta que publiqué cuatro días después, el 15 de mayo una columna titulada “Duarte dio 200 millones a Beltrones y dejó olvidados 34 videos en Casa Veracruz”.
En la columna lo cito de nueva cuenta.
Relato asimismo que una grabación muestra al gobernador Javier Duarte en el Salón “Yanga” departiendo en prolongada cena en Casa Veracruz, con el operador financiero de Beltrones, Alejandro Gutiérrez, el ex gobernador de Oaxaca, José Murat y uno más que la mayor parte del tiempo aparece de perfil por la colocación de las videocámaras.
Hoy se presume que ese personaje era Héctor Yunes.
La fecha de la grabación sucedió entre la noche del 2 de marzo y el domingo 25 de abril del 2016 cuando se registran los dos encuentros visibles entre el dirigente priista y el gobernador Duarte en donde se llega al acuerdo de apoyar la “Operación Zafiro”.
En la cena de “Casa Veracruz” se habla de un primer apoyo de “cerca” de 200 millones de pesos en efectivo mismo que fue grabado por el equipo de Arturo Bermúdez, ex secretario de Seguridad Pública actualmente en prisión.
El original de la grabación le sería entregado a Duarte el 19 de junio del año pasado por el C4 y Bermúdez conservaría una copia.
Mil 300 millones sería el acuerdo final y de lo que se sabe hasta el día de hoy es que más de un año después, el pasado fin de semana, se filtra un video incriminatorio a Héctor, luego un escrito presuntamente de Arturo Bermúdez confirmando la entrega.
Falta que se dé a conocer el video en poder de Bermúdez con copia a Miguel Angel Yunes Linares.
Ese es el importante.
Hasta ahí la versión del autor de Línea Caliente.
Lo explosivo está en la entrega de los primeros 200 millones de pesos, que habría grabado el general de cero estrellas, Arturo Bermúdez, hoy en Pacho Viejo, enjuiciado por enriquecimiento ilícito y favorecer a empresas de sus familiares y socios.
Peor para Héctor Yunes cuando un video que contiene un audio, subido a la red social Youtube, contiene una voz, presuntamente la de Bermúdez. Dice que Javier Duarte le dio mil 300 millones a Héctor Yunes para contender por el gobierno de Veracruz.
Negada por el priista, la versión fue confirmada mediante una carta escrita por Bermúdez Zurita, cuya firma suscitó una nueva polémica. Abogados, periodistas, chocando sobre su autenticidad pues el ex secretario de Seguridad es de los que siguen mandando en la corporación.
Yunes Landa habla y se enreda. Niega la versión del ex secretario de Seguridad, Arturo Bermúdez, por falta de evidencia. Si no se sabe de quién es la voz que se escucha en el audio, cómo se puede dar credibilidad al contenido, aduce.
Y de tanto insistirle, termina suponiendo que Bermúdez sí habló.
Sus palabras las recoge el portal Al Calor Político. Y plantea el senador que Bermúdez diría cualquier cosa para librar la cárcel. O sea, sí cantó.
Así lo resume Al Calor Político:
“El senador Héctor Yunes Landa manifestó que seguramente el ex secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, recluido en el penal de Pacho Viejo, está haciendo todo lo que está a su alcance para salir del penal”.
Más adelante puntualiza:
“Dijo que la voz del audio corresponde presumiblemente a alguien que está preso y que seguramente esta haciendo todo lo que esté a su alcance para recuperar su libertad.
“Incluso, no duda que si fuese necesario que Bermudez tuviera que reconocer que fue quien mató a John F. Kennedy, lo haría”.
Sigue, pues el affaire, el negocio de Yunes Landa que le costó mil 300 millones de pesos al erario de Veracruz.
Y todo porque Javier Duarte dejó olvidados 34 videos en Casa Veracruz cuando huyó.
Habrá que verlos.
Archivo muerto
Técnicamente, los videos ilegales no son prueba. Y si jurídicamente no son prueba, ni Eva Cadena ni Morena irán a juicio. Es el alegato de la diputada por el distrito Coatzacoalcos Rural, que acredita con peritajes que los videos difundidos por el periódico El Universal están viciados de origen. Tienen mutilaciones. Fueron editados, cortados los diálogos, alterada la voz de su interlocutora, aislada de la escena. Por ser una prueba electrónica, de la que se desconoce origen y autor, el desafuero podría frustrarse. Es su alegato. Pero en la Sección Instructora de la Cámara de Diputados la encomienda es reventarla y arrastrar a Morena a un juicio interminable, desgastante, que erosione aún más al Peje López Obrador en su sueño de ser presidente de México. Acribillada por el pejepartido, por la diputada federal Rocío Nahle, entrampada por Amado Cruz Malpica, quien ofreció acercarle empresarios para sufragar su campaña, Eva Cadena aún no revela lo que trae entre manos, datos duros, sólidos, evidencias que habrán de detonar a las principales figuras de Morena. Eso en el Congreso federal. En el Congreso de Veracruz, el caso será aún peor… Revés tras revés a Flavino Ríos. El juez noveno federal de Coatzacoalcos, Roberto Blanco Gómez, le negó la suspensión provisional en el juicio de amparo para evitar perder la notaría número 9 de Minatitlán a su cargo, el 1 de junio, y ahora se va a la queja. Aduce el ex gobernador interino de Veracruz, enjuiciado aún por facilitar la huida de Javier Duarte en un helicóptero oficial, con cargo al erario, que la suspensión de como notario viola principios constitucionales. Su amparo —expediente 836/2017— va en el sentido de que la Ley del Notariado del Estado de Veracruz, en la que se basó su suspensión, se contrapone a los artículos 1, 5, 16, 20 y 133 de la Constitución Política de México, vulnerando sus derecho al trabajo, “presunción de inocencia y dignidad personal”. O sea, en años Flavino Ríos, incluso siendo secretario de Gobierno, área que tiene a su cargo la Dirección de Notarías, no se percató que la Ley del Notariado de Veracruz se contrapone a la Carta Magna al ser decretada la suspensión de un fedatario. Este jueves 15 se le dio curso a su queja para evitar quedarse sin notaría… Da una felpa al Peje y a sus acólitos el maestro Leonel Ordaz Hernández y deja Morena. En un texto colocado en su cuenta de Facebook acusa traición, imposición, agandalle de espacios y candidaturas y simulación de su líder nacional, Andrés Manuel López Obrador. Lo tilda de “dictador, autócrata, déspota, tirano, opresor, absolutista, totalitario” que a quienes disienten al interior de Morena, les aplica la frase salinista: “ni los veo ni los oigo”. Su argumento es el siguiente: “Duré dos elecciones apoyando a Andrés Manuel López Obrador con mi voto. Me volví un hombre enojado al ver como con marrullerías ganaron las elecciones, primero Calderón y después Peña Nieto. Ese hecho me dolió mucho y me hizo tener el deseo de ser militante de Morena aquí en Coatzacoalcos, Veracruz, porque en realidad creí que AMLO era lo que pregonaba y ello me daba la esperanza de un cambio de régimen, de justicia social y me afilié al partido desde sus inicios, ya que soy uno de sus fundadores. Lo que sucedió después de que muchos compañeros militantes y yo trabajamos para construir y mejorar el partido Morena. Llegaron del Partido de la Revolución Democrática sin estar afiliados a Morena, Norma Rocío Nahle García y Amado Cruz Malpica, hoy diputados gracias al dedazo de AMLO y al apoyo entre muchos otros, de nosotros los militantes de Morena afiliados y los no afiliados. Inmediatamente que fue electa, Rocío formó un comité paralelo al comité que legalmente estaba constituido, funcionando, y lo desconoció sin que haya habido un diálogo o consenso, acción llevada a cabo al estilo de AMLO, con la anuencia, complacencia, consentimiento y aprobación del mismo impusieron candidatos en todo el país violando estatutos, declaración de principios de Morena, de derechos humanos y la Constitución Política de la República Mexicana y lo peor que vino a hacer López Obrador a Veracruz que fue la frase que hizo popular su jefe mayor que lo está impulsando a destruir las izquierdas, Carlos Salinas de Gortari, ‘ni los veo ni los oigo’, y además nos tachó de ‘yunistas’ habiendo gente honrada y leal que se sintió ofendida por el mismo AMLO. Nunca dio la oportunidad de diálogo. Como todo dictador, autócrata, déspota, tirano, opresor, absolutista, totalitario, nos ignoró y despotricó contra la militancia que le ayudó a construir su partido, mintiendo, robando y traicionando. Por eso he decidido desafiliarme de Morena. Lo hice a través de Facebook en días anteriores y ahora lo voy a hacer oficial. Y para consuelo de mis detractores, los pejezombies que me han denostado, insultado, agraviado, ofendido, injuriado, les digo hasta ahorita nunca he estado afiliado al Partido Revolucionario Institucional (PRI). Solamente he estado afiliado a Morena, que resultó una triste decepción, una terrible desilusión”….
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