En Libertad bajo Palabra deberíamos cobrar como asesores de gobierno, y es que damos recomendaciones que quienes las siguen, como el sagaz, se alejan de las calamidades. Sin embargo, hay quienes no siguen nuestros consejos y, como el inexperto, tienen que sufrir las consecuencias.
Uno de éstos es el secretario de Gobierno Rogelio Franco Castán, quien no escuchó nuestro consejo de que debería quedarse en su hoyo y no sacar la cabeza porque apenas se asoma, como a los patos de feria, le llueven disparos. Y es que su misma esposa, Guille Alvarado González, subió unas fotos a su Facebook denunciando «golpes y maltratos».
No es la primera vez que esto sucede, pues en septiembre del año pasado Guille Alvarado acusó a su esposo de maltrato y hasta lo llamó poco hombre. Esa vez se excusó diciendo que le hackearon la cuenta. A ver si ahora no nos sale con que esta vez le hackearon el rostro, porque los madrazos se ven muy reales.
Comentarios