Por ejemplo, en un poema dice: «Cuando miro tu cuerpo, no vacilo:/clarito veo que un parecido toma/al de la Venus que fundió allá en Roma/un escultor que se llamaba Milo*». La nota al pie de este poema en parte dice lo siguiente: «*Yo calculo que el mero nombre de este escultor ha de haber sido Emilio y que sus amigos y conocidos le han de haber dicho Milo por puro cariño, como aquí le dicen Lalo a don Ulalio el maicero».
¿Existió Margarito Ledesma o fue seudónimo de don Leobino Zavala? El prólogo del primer libro de poemas de Margarito Ledesma es muy claro, don Leobino recibió los manuscritos para editarse y así lo reconoce el licenciado. Pero además, uno de los talleristas de la Quinta de las Rosas, cuyo abuelo era de Chamacuero, lugar de nacimiento de Margarito Ledesma, nos dice que su abuelo le contaba de un poeta popular, que andaba por ahí recitando poemas y que era muy bueno.
Como quiera que sea el día de hoy, jueves 15 de junio en la Quinta de las Rosas de 16:00 a 18:00 horas, esteremos leyendo los poemas y las notas al pie de Margarito Ledesma.