Obvio, la intención del caricaturista Juan Alarcón no fue insultar a las mujeres guatemaltecas, sino satirizar la frivolidad de la primera dama, y ridiculizar a Javier Duarte, quien sólo disfrazado y con la complicidad de Peña Nieto podría salir libre de Guatemala.
En un mensaje de Twitter, el Ministerio de Relaciones Exteriores señala lo siguiente: «Guatemala lamenta y condena enérgicamente el comentario discriminatorio y racista del caricaturista del diario @elheraldo_mx @alarcondibujos». Y miren que Guatemala debería tener buen humor, ¿acaso no puso como presidente al estupendo comediante Jimmy Morales?