Libertad de Expresión, el silencio del gobernador; «no es lo mismo bacín que jarro»

Xalapa, Ver. Miguel Ángel Yunes Linares FOTO: PATTY BARRADAS/FOTOVER

En los años anteriores, el Día de la Libertad de Expresión era utilizado por el gobernante en turno para quedar bien con sus “amigos” de la prensa. El gobernador se sentaba ese día con los empresarios de los medios informativos, todos dueños de periódicos, pero también con sus más serviles aduladores y en los mejores tiempos hasta les rifaba un coche y les invitaba unas garnachas. Había regalos y dinero, había comida, fiesta y celebración. Pero los tiempos han cambiado.

Si bien no se esperaba que el gobierno de Yunes Linares regalara coches, o que se sentara con sus más serviles aduladores (¿cuáles?), algunos sí esperaban un mensaje del mandatario veracruzano, unas palabras de cortesía para la prensa que se ha arrogado el derecho a conmemorar la Libertad de Expresión. Pero no hubo nada. La agenda del gobernador en este 7 de junio fue iniciar trabajos de rehabilitación para una escuela primaria en Soledad de Doblado, anunciar el programa Escuelas al Cien y un recorrido por la exposición de las fuerzas armadas en Boca del Río.

¿Necesitamos explicar el significado de ese silencio por parte del gobernador ante un día tan significativo, sobre todo para Veracruz? Es desdén, y el desdén pude derivarse del trato que le dio la prensa vendida en tiempos de campaña. Pero habría que recordarle al gobernador que «aunque estamos hechos del mismo barro, no es lo mismo bacín que jarro».

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