Su decisión es la de no votar en un proceso electoral. Es un no hacer que no tiene consecuencias jurídicas para el titular del derecho. El abstencionismo electoral, que se enmarca en el fenómeno más amplio de la denominada apatía participativa, es un indicador de la participación política: muestra el porcentaje de los no votantes sobre el total de los que tienen derecho de voto.
El mayor o menor porcentaje de abstención electoral puede tener incidencia en el resultado, es decir, puede beneficiar o perjudicar determinadas opciones políticas, durante muchas décadas esta situación benefició al PRI. Hoy el escenario ha cambiado, se espera que los votantes salgan a votar para elegir a sus municipales y para castigar a los que han hecho mal las cosas. Su voto es decisivo.