Tanto lodo, tanto circo… tanto excremento ¿para qué?

Urna electoral FOTO: WEB
- en Opinión

Édgar Hernández* / 

Morena ¿primera fuerza electoral?

Terminan las campañas electorales dejando el tufo de siempre.

Golpes bajos, pasados negros, encuestas patito, fotomontajes, dispendios millonarios, ataques hasta a la familia, amenazas, atentados, extraños asesinatos… esa es la calidad de nuestra democracia.

Es la lucha por desterrar un lastre que hace un siglo nos tiene sumidos en el atraso, en una ofensiva pobreza, en el peor de los rezagos sociales.

La cruda realidad nos indica que el pueblo no es mandante. Solo es sumiso, resignado, apartado, vejado en sus más elementales derechos e impedido a decidir su propio destino, como en la época de la colonia.

La mafia del poder, como dirían los clásicos, nos tiene agarrados de los huevos.

Por ello nos gobiernan corruptos, viciosos, prostitutas, criminales asociados con otros criminales y una caterva de ladrones que solo esperan el espacio de poder para continuar con la escalada de explotación.

Veracruz es el mejor ejemplo de ello.

Basta dar un repaso al historial de los aspirantes a un cargo de elección popular para darse cuenta de en manos de quienes volveremos a caer.

Por ello el empeño de la estructura de poder establecido por atajar el afán democrático. Por ello el propósito de ir con todo –vaya incluso hacer presidente de México a Miguel Angel Yunes- con tal de no permitir el arribo opositor.

¡Qué bueno que las campañas son ahora de 24 días ya que de lo contrario estaríamos ahogados en un mar de excremento!

Da tristeza ver Xalapa, Veracruz, Coatzacoalcos y Poza Rica, por citar algunas plazas al azar, cómo se impugnaron. Como destruyeron honras, como inventaron historias… como hicieron de sus campañas por alcanzar el voto, un acto circense.

En Xalapa no hubo el más mínimo respeto a los contendientes acusados de marihuanos -la mujer aspirante Ana Miriam Ferraez, cocainómana-, y los otros aspirantes no fueron bajados de asesinos, golpeadores de mujeres, empresarios venales.

Vaya todavía esta madrugada se deslizó en las redes la renuncia a la candidatura del candidato de Morena, Hipólito Rodríguez por “no estar de acuerdo con el Peje, ni las transas de Eva Cadena”, vaya estupidez.

En Coatzacoalcos el voto este fin de semana habrá de cotizarse en cinco mil pesos. En Acayucan el candidato, hijo de un asesino. En Veracruz gastos faraónicos de Fernando Yunes Márquez y sospechosa reedición de boletas electorales. En Poza Rica amenazas del PRI a quienes no voten por su candidato. En el norte los caciques atascados de dinero y poder mandan y vuelven a mandar.

Los propios periodistas han sido atropellados por afanosos y cobardes candidatos que en su afán de acreditarse acudieron a la propaganda negra deslizando en las sombras de las redes –como fue el caso de la columnista Claudia Guerrero- infundios y pedejada y media.

¿Veracruz se merece eso?

Por supuesto que no. La sociedad civil está harta. Pueblos y ciudades están ¡hasta la madre! de los partidos y candidatos… pero como dicen en esos mismos pueblos ¡Hay un Dios!

Y más que un Dios, hay un empeño civil.

Ya se cierne en barrios, colonias, pueblos y ciudades un movimiento silencioso. Un ponerse de acuerdo sobre cómo, a qué hora y por quién votar.

Es el voto de castigo, ahora no necesariamente contra el PRI que ya quedó en un modesto tercer lugar, sino contra la gobernanza de derecha que encabeza el PAN llevando como aliado al apéndice perredista.

En realidad es el desquite contra todo lo que huele a gobierno. Es esa larga espera de 500 años de un pueblo esperanzado en gobiernos que nunca lograron sus promesas propuestas por tanta ratería.

Hoy se observa –cosa que encorajina a muchos sobre todos los que gozan de privilegios- como se está colando Morena.

Cómo de ser la segunda fuerza electoral está a punto de convertirse en la primera. Cómo habrá de alzarse en triunfo en más de 90 alcaldías veracruzanas donde se ha metido a fondo y cómo habrá de colocarse en la antesala de la gubernatura.

Y aquí no se trata de ser un devoto morenista o adorador del déspota de Andrés Manuel López Obrador, se trata de ver la realidad frente a nuestros ojos.

Basta escuchar las reuniones de familia; la voz de los líderes de manzana; la instrucción de los dirigentes de barrio; el mandato de las huestes prietas; la consigna del Pejelagarto: “¡Vamos con todo!”

Por ello tanta desesperación de del ladrón que grita ¡al ladrón!.. Por ello tanta basura y lodo.

A Morena lo acusan de lo que siempre han acusado al PRI y al PAN… y al Verde y a los cardenistas y a los 400 pueblos y a los Orfilios, Toños Luna y los Juan Carlos Molina, a los Arcos… y mas pa`rriba a los Duarte, Fidel y bandoleros.

La escalera sube hasta la Casa Blanca.

Por ello tanto nervio. Por ello tanta preocupación de los mismos gringos cuyos intereses insanos se verían afectados por una nueva forma de gobierno. Por ello en Veracruz, por donde habrá de pasar la sucesión presidencial por ser la tercera fuerza electoral priista, importa tanto que no gane Morena.

Pero como nadie muere en la víspera, solo hay que esperar al domingo y  darle…

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo

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