Ahora la señora se encuentra en la cárcel y debe responder por todo ese dinero derrochado, pero no sólo ella, también los medios que se prestaron para esos enjuagues deben responder. Ya están saliendo nombres: Grupo Sánchez Macías, Centinela, Othón González, los dueños de algunas radiodifusoras, Diario AZ, Marcha, El Número Uno, eso sólo por mencionar a unos cuantos que se valieron de su “amistad” con Gina para obtener convenios millonarios, inflados, injustificables, que sólo servirían para que la señora asentara más su poder.
Pero el poder, como el dinero, también se acaba. Hoy Gina está en la cárcel y por lo que se ve va a estar ahí un buen rato. Ella está en la cárcel y sus amigos están libres, gozando del dinero que ella les prodigó. ¿La van a ir a consolar a la cárcel? ¿Quién sabe? Quizá no se acerquen por miedo a que una vez entrando, ya no los dejen salir.