Dicen por ahí que quien olvida su historia está condenado a repetirla; tal parece que en el caso de la otrora poderosa líder del SNTE, considerado el sindicato más numeroso de América Latina, está olvidando su propia historia personal. Elba Esther Gordillo olvida que, cuando ella asume el poder con la ayuda del ya difunto Manuel Camacho Solís y del poderosísimo expresidente Carlos Salinas; su antecesor Carlos Jongitud Barrios, en contubernio con otros dirigentes de Vanguardia, buscaron quitarla con la creación de una nueva corriente sindical.
Cuando ella se enteró, solo alcanzó a decir: «Personajes, grupos y fracciones gubernamentales o partidarias… alientan la esperanza de la resurrección de los muertos». Pues al parecer, la historia le hace una nueva jugada a la maestra que alienta la esperanza de la resurrección de los muertos, igual que el difunto maestro Jongitud.
Si la suerte le sonríe, ella pueda recuperar su libertad y poner al frente del SNTE a uno de sus incondicionales, claro que para eso tiene que echar toda la carne al asador para lograr que Delfina Gómez alcance la gubernatura del Edomex. Ya que si eso sucede, tendría más de medio boleto para subirse en el carro de la sucesión presidencial en asiento preferente para apoyar al candidato de Macuspana, Tabasco.
Como ven, la maestra quiere resucitar de su muerte política. Lo cierto es que, si gana AMLO en el 2018, esta historia se puede repetir.
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