Eran los amanuenses de Gina y sin pudor repetían las mismas cosas que les dictaba, en el mismo día y en el mismo espacio. Con la caída de Gina en la cárcel, algunos de ellos han tenido la decencia de guardar silencio, otros salen a declarar que siempre escribieron sobre los abusos que esta señora cometía y hasta celebran que la hayan atrapado.
Su pecado está inscrito en las redes, ahí están los testimonios de aquellos que alabaron la labor de Gina, que pasaron por alto sus abusos y que santificaron a Javier Duarte: «El mejor gobernador que ha tenido Veracruz», escribió alguno en su momento; otro dijo «Javier Duarte, ese joven entusiasta siempre bien intencionado, con talento y capacidad para gobernar a Veracruz y llevar a sus habitantes a mejores condiciones de vida». Los Ginos se han quedado huérfanos.