Desde hace mucho tiempo la zona de Juchique de Ferrer ha sido azotada por una ola de inseguridad que no se ha podido contener. Cuentan algunos habitantes de esa zona que, llegó el momento en que por las noches los habitantes preferían encerrarse en su casa porque a esa hora salían a recorrer las calles de este poblado jóvenes en motocicleta quienes se apropiaban del pueblo. Otros dicen que es una exageración hablar de ello.
El diputado Ernesto Cuevas, quien fuera alcalde de Juchique de Ferrer, denunció hace unos días en el Congreso que habían sido levantados el tesorero y el contador de este municipio. Tesorero y contador, no el jefe de policía, no algún regidor, no el de la intendencia sino los hombres que manejan el dinero en Juchique de Ferrer.
El día de ayer nos enteramos que contador y tesorero estaban entre los cinco muertos que fueron encontrados en las inmediaciones de Boca del Río. David Alonso Rodríguez es el nombre del tesorero y Francisco Rafael Mendoza el del contador. En plena campaña electoral esta ejecución suena a mensaje, mensaje del grupo delictivo que controla la zona. Pero, ¿mensaje para quién?
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