Lo que revelan los videos que están dando la vuelta en las redes sociales sobre lo sucedido en el pueblo de Palmarito, Puebla, en un enfrentamiento entre ejército y huachicoleros, es decir ladrones de combustible, puede tener varias vertientes, algunas que justifiquen la presión psicológica que sufren los soldados en un enfrentamiento a balazos, la misma presión, al contemplar cómo individuos armados matan a sus compañeros y la rabia que sienten cuando atrapan a los responsables de esas muertes.
En el video, justo a las 8:44 con 26 segundos se advierte claramente como le disparan a uno de los líderes de los huachicoleros estando éste inmovilizado. No se puede escuchar lo que dicen, si el huachicolero en el suelo le grita o no a los militares, pero sea como sea, un militar debe tener la suficiente disciplina para no dejarse llevar por la rabia y la pasión del momento; los militares son entrenados para ese tipo de situaciones, por lo que el soldado no debió disparar.
Una vez cometido el acto se dan cuenta de la cámara que los grabó e inocentemente creen que eliminando el aparato eliminan la evidencia.
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