Hoy 10 de mayo, quiero un abrazo de mi hijo desaparecido, gritan madres de colectivos de búsqueda

- en Carrusel, Estatales

Francisco de Luna / Xalapa, Ver. Las manos de Yolanda Espíritu Mota han escarbado fosas clandestinas, han removido escombros y han palpado ropa sucia y desgarrada en esa búsqueda para encontrar a sus dos hijas desaparecidas.

«Hoy 10 de mayo, yo quiero un abrazo de mi hijo desaparecido», gritaban las mamás durante la marcha de los ausentes para protestar este Día de las madres.

Como escapulario cuelga en su pecho la fotografía con la ficha de su hija Ivone Amador Espíritu y trae puesta la playera con el rostro impreso de Iriana Yzet Luna Espíritu. «Las traigo conmigo cerca del corazón» (hace una pausa para sostener el llanto, después mira sus pies) y dice que no importa el cansancio porque quiere volver a verlas a mirar.

Relata que sus dos hijas desaparecieron el 14 de octubre de 2011. Ambas trabajaban para una empresa como custodias. Junto con ellas otros dos de sus compañeros también fueron secuestrados.

Ocurrió en la calle Pípila cerca de la zona centro de Xalapa. Iban en un vehículo y se dirigían a cobrar la quincena.

Desde esa fecha han transcurrido cinco años, seis meses y diez días. Cuenta que el festejo del día de las madres quedó atrás porque ahora prefiere marchar en las calles y acompañar a otras mamás que atraviesan por las mismas dificultades.

A sus 66 años la señora Yolanda explica que a pesar del cansancio emocional seguirá caminando en los terrenos baldíos, en los montes para encontrar a sus dos hijas y en las manifestaciones para exigir tantas veces sea necesario a las autoridades estatales y federales que no detengan las investigaciones.

Porque desde la Procuraduría General de la República (PGR) intentan cerrar el caso de Ivonne e Iriana de 35 y 34 años de edad.

«Te acostumbras a ver cosas fuertes, cadáveres, entrar al Servicio Médico Forense (Semefo), a vivir, pero a lo que no te acostumbras es a no olvidar».

La entrevista de momento se pausaba -Doña Yolanda intentaba impedir el llanto- mientras avanzaban desde el monumento Araucarias por avenida 20 de noviembre y se dirigían hacia la plaza Sebastián Lerdo de Tejada, frente al Palacio de Gobierno de Veracruz.

Recuerda que cuando acude las fosas clandestinas pide a Dios que no sean sus hijas. Aunque durante esas búsquedas sólo han identificado a dos cuerpos los cuales estaban en calidad de desaparecidos.

Después la marcha continúo hacia el monumento a la madre en la avenida Manuel Ávila Camacho, donde los colectivos de madres de desaparecidos se encontraron y se abrazaron, lloraron, escribieron en las banquetas nombres y mensajes para sus hijos desaparecidos.

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