Los fundadores de Morena anticipaban lo que pasaría por aceptar corruptos en sus filas; pero sus líderes a ladridos los callaban

Xalapa, Ver. Cuitláhuac García Jiménez, militante de Morena FOTO: VÍCTOR RIVERA/FOTOVER

Eva Cadena no es panista, no es morenista, no es diputada, es una mujer que desde siempre vio la política como una forma de ganar mucho dinero. Pero también Eva Cadena es un ejemplo del mal que se está haciendo Morena al aceptar a cualquier “arrepentido” que siendo repudiado por su partido de origen busca refugio entre las huestes de Morena. Mal hicieron Rocío Nahle, Cuitláhuac García y sobre todo Manuel Huerta en no hacer caso a los reclamos de los verdaderos morenistas, quienes con sus protestas advertían sobre este tipo de personas.

Mal se vio Cuitláhuac García ladrando reclamos a los protestantes, acusándolos de ser infiltrados de gobierno, al final el tiempo les ha dado la razón. Ahora no les queda de otra que asimilar el golpe, aguantarlo y aprender. Pero también esperar, porque el objetivo no son esos lidercillos de quinta que mencionamos, el objetivo es Andrés Manuel López Obrador y todavía queda tiempo para la elección de 2018. Vaya usted a saber cuántos videos más queden por revelar. Por ahí dicen que están esperando el momento propicio para sacar los de Cuitláhuac.

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