Arturo Reyes Isidoro / ¿Tan, pero tan jodido está el Gobierno del Estado que en el Día del Policía Veracruzano, el sábado, sólo tuvo para entregarles diplomas, esto es, un cartón, papel, a tres policías que cumplieron 30, 35 y 43 años de servicio?
Un boletín de prensa oficial destacó el hecho.
Los uniformados Samuel Utrera García, Daniel Luciano Suárez y Francisco Ortiz Trujillo recibieron el “Diploma a la Perseverancia Especial” porque han demostrado “lealtad y compromiso”, se dijo.
De paso se hizo un homenaje post mortem a los elementos caídos en el cumplimiento de su deber Valeriano Baxin Baxin y José Concepción López Hernández.
En general, el Secretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marié le otorgó a los policías veracruzanos “el reconocimiento que su trabajo merece”.
Eso sí, se les pidió honestidad, lealtad a las instituciones, solidaridad con la comunidad veracruzana, voluntad de servicio a la colectividad y decidido empeño en garantizar el orden y la paz.
¿Tantos años de servicio, tanta lealtad y compromiso, tanto arriesgar el pellejo y hasta la vida para terminar recibiendo sólo un diploma o palabras de reconocimiento?
¿Del Gobernador para abajo, por qué no hicieron una coperacha entre los secretarios y subsecretarios de despacho, directores generales y directores para darles más que un cartón?
De papel y de palabras no se vive. ¿Por qué no al menos unas despensas bien surtidas para tener qué llevarles a sus hijos, a sus familias, si en cambio hubo para saqueadores de centros comerciales?
Así, ¿con qué ganas, con qué interés, con qué decisión van a querer entrar al fuego cruzado con la delincuencia que de por sí está dando muestras de tener más poder que las policías?
¿Cómo no van a estar ganando los malosos si en cambio ellos sí les dan dinero constante y sonante a los policías con tal de que cooperen dándoles pitazos, haciéndose los disimulados, tárdandose en llegar a prestar auxilio o de plano no llegar, etcétera?
¿De todo lo que se ha decomisado a Duarte y su red delictiva, por qué no se tomó algo de ahí para estimular a los cumplidos policías, con quinientos, mil pesos para cada uno, que hacerlo con ellos es hacerlo también con sus familias?
¿Si hay para que un Secretario de despacho vuele en helicóptero por el Estado, no hay para premiar en económico siquiera una vez en su vida a cumplidos policías?
¿Por qué al menos no los estimuló con su presencia su propio comandante en jefe a nivel estatal, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares?
En el sexenio inmediato anterior, era Karime Macías, no Duarte, quien los iba a visitar a El Lencero y eso sólo para pasarles revista y usarlos para filmar promocionales a fin de presumir que se tenía una gran policía.
Cada que se le ocurría, Karime mandaba traer a su asesor en comunicación estratégica Gabriel Guerra, columnista y comentarista de televisión, y ordenaba que de ya se alinearan en la academia de policía y era ella, no el Secretario del ramo o el propio Gobernador, quien de hecho los comandaba, o sea, alguien sin cargo oficial alguno.
Nuestros uniformados, pues, no reciben verdaderos incentivos para tener alta la moral, como se dice adentro en las filas.
Demasiado y no estamos peor en materia de seguridad.
¿Premiar a los policías, a los buenos policías que han demostrado “lealtad y compromiso” no es una forma indirecta de combatir a la delincuencia y de bajar los niveles de inseguridad?
Palabras, sólo palabras del Presidente
Huecas sonaron las palabras del presidente Peña Nieto el viernes durante su visita a la Heroica Escuela Naval de Antón Lizardo, en el municipio de Alvarado.
“El Gobierno de la República habrá de acompañar los esfuerzos de esta entidad, y lo habremos de hacer con este Estado y en cualquier otra parte del país, dando la batalla para combatir la impunidad, para generar condiciones de paz y de tranquilidad para toda la sociedad mexicana”.
Como dijera la canción de Juan Gabriel, ya para qué.
Debió haber sido preventivo. En lugar de venir a decir que combatirá la impunidad, oportunamente hubiera advertido que combatiría la corrupción y hubiera actuado para evitar que Duarte y su red delictiva saquearan al Estado.
El 11 de agosto de 2016 publiqué en “Prosa aprisa” que a finales de 2014 me habían invitado a viajar a la Ciudad de México y que en círculos políticos de alto nivel había escuchado la versión de que ya para entonces les preocupaba la situación del Estado y temían que se perdiera la gubernatura.
“Había conciliábulos casi permanentes entre Manlio Fabio Beltrones (era uno de los más preocupados), Miguel Ángel Osorio Chong y Luis Videgaray Caso (éste por la terrible situación económica que ya se padecía) y los tres coincidían en que para aquel entonces Javier Duarte le hacía mucho daño al PRI y había que sacarlo del Estado”.
Narré que de acuerdo a la versión que recibí, encargaron al Secretario de Gobernación que transmitiera al Presidente lo que pensaban los tres, aprovechando que acababa de rendir su Cuarto Informe de Gobierno. “Pero Manlio dijo que no lo quería con él, Videgaray tampoco, y fue Osorio Chong quien ofreció que él le buscaría acomodo en su dependencia”.
“Pero Peña dijo que no, que no lo movieran, que lo aguantaran, lo que bajó la guardia al trío. Sin duda alguna, el Presidente sostenía a su amigo, y confiaba en él”.
Un grave problema de Peña Nieto es que ha perdido credibilidad, lo que se acrecienta cuando viene a decir que combatirá la impunidad el mismo día en que el diario El Universal informaba con un gran encabezado que el “Contador de Duarte implica a Karime” y se le dejó huir a Europa junto con toda su familia, sus padres, su hermana y su cuñado también presuntamente implicados.
Pero, además, sin entrarle de frente al problema, nos dice que dará la batalla para combatir la impunidad cuando los diputados federales de su partido, el PRI, se oponen a que se desafuere a Tarek Abdalá Saad y a otros compañeros suyos veracruzanos señalados también por actos de corrupción dentro de la banda duartista.
Él tuvo todo en sus manos para evitar el desastre que hoy nos afecta y golpea a todos los veracruzanos, pero no quiso actuar. Ahora, hasta que no veamos tras los barrotes a todos los implicados, incluidos familiares de su mujer, y no se les haga que devuelvan todo lo que se llevaron, imposible creerle.
Se ve más efectivo el gobernador Yunes, quien anoche informó que expropió una casa que tenía Duarte en Tlacotalpan que, según dijo, fue comprada con dinero público a través de prestanombres. Se la cedió al Instituto Veracruzano de la Cultura.
Ahuyenta el agua al Gobernador
“Por condiciones climatológicas no favorables”, por lluvia que amenazaba, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares canceló ayer el inicio de la obra de rehabilitación de la carretera Xalapa-Coatepec, que tendría lugar en el kilómetro 465, en el entronque de la carretera Coatepec-Xalapa Briones. El acto sería transmitido en vivo por #Periscope y Facebook Live. Se informó que se reprogramará para los próximos días, sin precisar fecha. Contrario al gobernador Yunes, su enemigo político y personal el priista Fidel Herrera Beltrán cuando fue gobernador no sólo se mojaba bajo la lluvia sino que hasta se lucía metiéndose al agua y al lodo en las inundaciones para que le tomaran fotos llevando apoyos. ¿Temor a algún resfriado o simplemente cuestión de estilos?
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