Karime Macías, “sí merezco impunidad”

Xalapa, Ver. Karime Macías Tubilla FOTO: MIGUEL ÁNGEL CARMONA/FOTOVER
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Armando Ortiz / Nos queda claro que la justicia en este país es la puta de los que nos gobiernan. A la justicia la usan cómo quieren, a la hora que quieren y a conveniencia de sus intereses políticos y comerciales. A un luchador social como el doctor Mireles lo meten preso por defender a su familia a su comunidad; a Mireles lo dejan morir en una celda por combatir a los grupos del narcotráfico, pero a una ladrona como Karime Macías de Duarte la dejan huir como si no hubiese cometido ningún delito. Los que hemos trabajado con presos en las cárceles de este país sabemos que en ese lugar sólo se encuentran los que no tuvieron dinero para pagar su impunidad. Sabemos, y tenemos ejemplos frescos, que el dinero puede torcer a la misma ley. Por dinero un juez intentó sacar de la cárcel a un violador pederasta, un hijo de papi que, a pesar de haber metido los dedos en la vagina de una jovencita, no había cometido abuso (es lo que argumentaba el juez) pues lo hizo sin ninguna intención lasciva.

Y es que por si le quedaba alguna duda de que todo lo referente a la aprehensión de Javier Duarte era un montaje, aquí está una prueba más. Karime Macías, quien hasta hace unos días permanecía oculta con su esposo prófugo, ahora ya tiene permiso para viajar a donde se le pegue la regalada gana. En fin, su marido ya quedó en prenda, y ella puede irse a Londres a gastar el dinero que les robó a los veracruzanos.

En una imagen se puede apreciar en las redes sociales la exprimera dama de Veracruz, muy sonriente, por cierto, en compañía de sus hijos se encuentra en la sala de espera del aeropuerto de Bogotá, Colombia, pues se ha dicho que ella pudo salir de Guatemala sin ningún problema, a pesar de haber ingresado al país centroamericano con pasaporte falso.

Lo que causa más indignación es que ni siquiera tuvo pudor para salir de manera discreta. Como una afrenta a los veracruzanos se muestra a todo mundo, echándonos en cara, que ella, gracias al dinero que se robó, sí goza de impunidad; impunidad a pesar de haber sido artífice de muchos saqueos. #KarimeSíMerezcoImpunidad

Peña Nieto quiere que nos embone “el chile” de la impunidad

Y todavía el presidente Peña Nieto se atreve a decir que ningún chile nos embona, él, que está tan acostumbrado a que cualquier chile le embone. Él piensa que nos está dando gusto practicando la justicia muy a su estilo. Pactando con el criminal, brindándole garantías para que se entregue, brindándole una fianza para que no lo delate, para que a Duarte no se le ocurra mencionar que durante su campaña presidencial aportó 2 mil 500 millones de pesos del presupuesto de los veracruzanos. Por eso Peña Nieto dejó que Duarte hiciera y deshiciera en el estado de Veracruz. Durante seis años los veracruzanos fuimos rehenes de estos dos trúhanes, que pactaron nuestro malestar, que pactaron el daño patrimonial de Veracruz sin importarles las consecuencias. Ningún chile nos embona, dice Peña Nieto, y ese chile es el pacto que hizo con Duarte para que éste se entregara, guardara silencio sobre ese pacto a cambio de dejar que la esposa huyera a Londres con todo e hijos. ¿Quién nos asegura que en ese pacto no está también la posibilidad de que Duarte salga libre después de purgar una condena de unos cuantos años?

Los “Maras” le gritan “hijo de la gran puta” a Duarte; apenas le atinaron

Por cierto, ni los presos de Guatemala, muchos de ellos integrantes de los “Maras”, soportan el hedor a corrupción y codicia de Javier Duarte. Y es que cuando Duarte se dirigía a la audiencia los mismos presos le gritaron “hijo de la gran puta”. Y mire que no es poca cosa que los “Maras”, que son unos hijos de puta, le hayan gritado eso a Duarte. Es como si Cuauhtémoc Blanco nos gritara nacos; es como si Calderón nos gritara asesinos; es como si Peña Nieto nos gritara corruptos. Incluso uno de los fotógrafos que se encontraban en ese lugar, ya cerca de la sala de audiencias, intentó darle un zape a Javier Duarte. Pero con nada se compensa, ni por muchas humillaciones que reciba el exgobernador, el daño que éste le causó a Veracruz. Duarte fue un corrupto, codicioso, ladrón, mitómano, arrogante, engreído, desquiciado; sí, en pocas palabras Duarte fue un hijo de la gran puta.

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