El Sector Salud, incluso en tiempos de Nemi Dib, siguió teniendo observaciones graves por parte de la Auditoria Superior de la Federación que no se solventaron. De hecho, y eso lo demostramos, la Agencia de Investigación Criminal solicitó el 30 de julio de 2015 información sobre Nemi, y sobre otros sujetos como Carlos Aguirre —ahora prófugo— y sobre Tarek Abdalá, a unas semanas de ser desaforado, así como del experto en bienes inmuebles, Pedro Solís, el administrativo de Toño Nemi.
El exsecretario de Salud puede insistir en su inocencia si quiere, sin embargo, no puede cerrar los ojos y eludir su responsabilidad como lo pretende hacer en el caso del desvió de los 59 millones del Consejo Estatal de Seguridad Pública, donde él asegura que no manejaba el dinero de esa dependencia. Y uno se pregunta, ¿entonces para qué sirve ser secretario ejecutivo de dicho Consejo?