Ícono del sitio Libertad Bajo Palabra

Los cuentos de Enrique Becerra: que sólo pequeñas faltas en notarios que avalaron empresas fantasmas

Ahora resulta que cualquier hijo de vecino puede acudir a una notaría y poner a los miembros de una sociedad, sin que estos estén enterados, y poner la dirección que se les ocurra, ya sea un taller, un patio de vecindad, sin que los notarios pongan objeción. Asimismo, puede acudir cualquiera a crear una empresa y poner como sede de la empresa un lote baldío y a los socios de esta empresa a personas de la tercera edad, aunque vivan en un patio de vecindad.

Y es que el cuento de Enrique Becerra, director General del Registro Público de la Propiedad y de Inspección y Archivo General de Notarías, de que no se encontraron faltas graves en las notarías que están ligadas a las empresas fantasma no se lo cree ni él mismo. El señor dice que sólo se hallaron pequeñas faltas administrativas, cosas sin importancia que no merecían ni un jalón de orejas.

Habría que recordarle a este funcionario que, debido a esas empresas y a los involucrados en la creación de éstas, fue que se robaron miles de millones de pesos del presupuesto de los veracruzanos. El estado se encuentra como está gracias a esas empresas y a los notarios que las avalaron.

Salir de la versión móvil