El desgaste de los partidos tradicionales y la brutal corrupción e impunidad ha permitido que la filosofía morenista caiga en terreno fértil. La mala administración de los bienes recaudatorios y los malos efectos de la aplicación de las reformas energética y educativa, también ha permitido que Morena sea vista como una verdadera alternativa del cambio que necesita el país.
El punto débil que tiene Morena son sus propios seguidores; algunos rayan en un fundamentalismo radical que no permite la mínima crítica hacia el de Macuspana, Tabasco; y es que Morena tiene en sus filas a todo tipo de personas, algunas que desconocen la cultura política y que solo se conducen por la frustración y necesidad del cambio, en otras palabras el hartazgo las conduce.