Arturo Reyes Isidoro / Todavía no son los tiburones que se nos ofreció que se pescarían, ni siquiera un sábalo, pero al menos ayer, por fin, se nos mostró un robalo de buen tamaño que fue capturado en el estado de Puebla.
La aprehensión y el encarcelamiento de Mauricio Martín Audirac Murillo, exContralor General del Estado, extitular del Orfis y exSecretario de Finanzas y Planeación del gobierno de Javier Duarte, debió haber puesto nerviosos y no ha de haber permitido conciliar el sueño a varios, acaso muchos exfuncionarios a los que podría embarrar con tal de salvarse o de atenuar el castigo que le vayan a imponer (Tarek Abdalá Saad, uno de ellos).
Lo acusan de “coalición”, ilícito por medio del cual los servidores públicos se unen para cometer algún delito o impedir la ejecución de una ley. Pero colisión es la que puede sufrir más de uno si Audirac decide que no se va a tomar la purga solo y que desea compañía en el tambo donde estará bajo la sombra.
Que se sepa, el hombre sabe mucho.
El 23 de junio de 2015, el entonces Contralor General del Estado, Ricardo García Guzmán, informó que se habían iniciado Procedimientos Disciplinarios Administrativos en contra de exfuncionarios y funcionarios públicos por omisiones, irregularidades y negligencia al no entregar la información a la Auditoría Superior de la Federación respecto a la aplicación de los fondos federales como el FAEB en educación y el Seguro Popular en Salud, que derivó en denuncias ante la PGR. Entre los señalados dio el nombre de su antecesor Audirac Murillo.
Eso motivó que Mauricio, mediante un oficio, el 8 de julio de ese año le pidiera a Ricardo retractarse ya que, dijo, no le había notificado oficialmente sobre algún procedimiento administrativo. Le pedía retractarse públicamente, “a fin de resarcirme del descrédito que sus manifestaciones me causaron en los ámbitos personal, familiar y de negocios”.
“Lo anterior no sólo causa una enorme extrañeza; sino que conlleva un estado de incertidumbre que me lesiona nivel personal y de mi entorno familiar y de negocios, dado que, como usted puede entenderlo sus aseveraciones han provocado desasosiego en los clientes que acuden al despacho que me honro encabezar desde hace 20 años”.
A Audirac se le acusa de la desaparición de 2 mil 300 millones de pesos del Seguro Popular durante el ejercicio fiscal 2014, un caso por el que está procesado también y prófugo Leonel Bustos Solís, exdirector del Seguro Popular, quien habría autorizado transferencias entre noviembre y diciembre del año mencionado por la cantidad citada y que, según, sería para ser utilizada en “instrumentos financieros”. El dinero finalmente se hizo humo. Tarek también habría autorizado el desvío de esos recursos.
En su momento, funcionarios duartistas y diputados federales del PRI contaban en corto historias que involucraban a Audirac en graves casos de corrupción, que involucraría incluso a personajes del altiplano, pero nunca hubo una acusación formal. Si habla ahora puede surgir un lodazal.
El Gobernador, pendiente de periodista baleado
Bien se vio el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares que haya viajado ayer a Poza Rica para informarse de cerca del estado de salud de Armando Arrieta Granados, compañero periodista que fue baleado en la madrugada.
Estuvo en el hospital donde se hallaba internado y habló con sus familiares. Seguramente fue determinante para que lo trasladaran vía aérea a la ciudad de Veracruz donde hay mejores instalaciones hospitalarias y más especialistas.
Su estado se reportaba grave pero anoche había optimismo de que se pudiera salvar, lo que todos deseamos. En voz baja, entre algunos compañeros del gremio corría la versión de que esta vez habría elementos para dar con los responsables, pero mejor esperemos a que la PGR, que envió un equipo especializado y abrió una carpeta de investigación, dé un informe sobre las pesquisas.
Yunes Linares también viajó a Córdoba para acompañar en el velatorio a la familia del periodista Ricardo Monluí Cabrera el día que lo asesinaron. En ambos casos fue a lo que fue, a hablar con los familiares sin hacer declaraciones a la prensa. Bien que dé la cara y enfrente con decisión las difíciles circunstancias que le están tocando vivir con respecto a periodistas agredidos, y que no los criminalice.
Ayer habló del caso Armando Arrieta ya a su salida del hospital en Veracruz y dio la buena noticia de que los médicos estaban optimistas sobre su salud, además de que tuvo palabras de reconocimiento para mi compañero académico de la UV y periodista, con quien muchos años reporteamos juntos en giras por el norte del Estado y, en efecto, todos quienes lo conocemos avalamos totalmente su comportamiento personal.
En un boletín de prensa reiteró su respeto a la libertad de expresión y el ejercicio profesional del periodismo y no anduvo por las ramas: “Me encuentro sumamente preocupado por los hechos recientes en contra de comunicadores”. Imagínese Gobernador cómo nos sentimos nosotros.
Desde este espacio le deseo a Armando que se recupere satisfactoriamente y a su familia y a todos los compañeros periodistas de Poza Rica que se que lo quieren bien les expreso mi solidaridad. Exijo que la investigación llegue a fondo y que no haya impunidad en su caso.
“Autodefensas”, un hecho
Los primeros reportes que llegaron a Xalapa al atardecer del martes era que un presunto grupo de “autodefensas” habían cerrado literalmente la ciudad de Las Choapas y habían prohibido a los reporteros tomar fotos, incluso les habrían cortado cartucho (así lo reportaron algunos compañeros).
Luego se supo más: un grupo aproximado de 200 personas se había autoerigido en “autodefensas”, y encapuchados y portando armas de uso exclusivo del Ejército R-15, así como armas cortas, se habían hecho del control de entradas y salidas de la ciudad, ya que rebasaban a los policías del municipio, incluso en armamento.
Las “autodefensas” habrían decretado que nadie podría andar después de las diez de la noche o que si salían era bajo su propia responsabilidad, que el motivo de todo habría sido el “levantón” o secuestro de la esposa de un ganadero.
Una nota de Elizabeth Aviña, corresponsal del portal alcalorpolitico.com vino a confirmar la especie y la causa. La mujer tendría 30 años, habría sido privada de su libertad el lunes en la colonia Francisco Villa y su esposo pertenecería a un grupo llamado “3000”
“Tras el plagio… civiles armados vigilan las calles de Las Choapas, esto ante el hartazgo por la ineficiencia de las autoridades. Las ‘autodefensas’ tomaron los principales accesos al municipio para dar con el paradero de la esposa de un lugareño… Los inconformes se apostaron en el acceso a Las Choapas por el lado de Raudales- Ocosocoautla, en Plaza Verde y en las proximidades al cerro de Nanchital; portan armas de fuego, machetes y palos”.
El hecho obligó a que la policía estatal reforzara la seguridad y ayer temprano se dijo que los grupos armados se habían retirado y que elementos estales se habían hecho cargo de los filtros en los accesos y salidas de la ciudad.
Oficialmente no se dijo nada sobre el caso, aunque cualquier cosa que se hubiera dicho habría salido sobrando porque el hecho real fue que ante la incapacidad para frenar la inseguridad, la población decidió no esperar más y armarse y defenderse por sí misma.
Lo grave es que esto se dio al margen de la ley y podría repetirse en otros municipios, con grave daño para la imagen del Estado como ocurrió en Michoacán.
Con motivo del atentado contra el periodista Armando Arrieta, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares informó ayer en un boletín de prensa que ha solicitado nuevamente la intervención del Gobierno Federal para reforzar las medidas de seguridad en Veracruz; “espero tener una respuesta positiva y oportuna”. En esta petición debemos apoyarlo todos. La delincuencia, organizada o no, está demostrando que es más grande y peligrosa de lo que pensamos.