Lo que se sospechaba resulta evidente ahora en el Estado de México (Edomex); resulta increíble que pese al activismo de los gobiernos federal y del Estado de México en el reparto de dádivas en la entidad, consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) consideraron innecesario intervenir, porque el proceso marcha de manera adecuada. Se acuerda usted del presidente del INE, Lorenzo Córdova, aquel funcionario que se burlara de las comunidades indígenas del país durante una conversación telefónica con el secretario ejecutivo del instituto, Edmundo Jacobo Molina.
Pues a pesar de la injerencia de funcionarios públicos y el reparto de láminas, despensas y computadoras, para el árbitro de las próximas elecciones en el Edomex no pasa nada. El funcionario, que cobra una millonada en sueldos, dice que la elección marcha de manera adecuada. Declaró que no ha visto ninguna situación que los lleve a intervenir en esa elección. Advirtió que el arbitraje no corresponde al INE y no hay manera de abrir de oficio una investigación.
Aunque reconoció que si hubiese una problemática de injerencia excesiva, el INE establecería algunos mecanismos de coordinación con la junta ejecutiva local y citaría a los consejeros electorales para revisar el punto. Pero, según Córdova, «no tenemos evidencia de que sea así». Sin embargo, resulta sospechoso que el funcionario no quisiera dar una opinión sobre la presunta injerencia gubernamental. Lo hemos dicho hasta el cansancio, en el Edomex, habrá una elección de Estado.
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