Édgar Hernández* /
¡Va por 30 mil votos para alcanzar la alcaldía!
¡Y esto –como dicen en las luchas- sí que se está poniendo bueno!
Luego del desmadre provocado por David Velasco Chedraui y sus milloncejos, así como los perredistas adoradores del becerro de oro que finalmente sirvieron para maldita la cosa, se impuso la cordura, la legalidad y la razón democrática.
Hubo necesidad de que interviniera el centro para parar los trastupijes y cochupos que traían los delegados y el comité directivo del PRD, más interesados en el billete, que en la lucha electoral.
Ahora van a tener que devolver el billullo.
Ana Miriam Ferraez, ampliamente conocida por su trabajo social y lucha por la comunidad jalapeña, amén de su interminable labor tras el micrófono que le ha llevado a concitar la simpatía de amplios sectores de la población, quedó formalmente instalada como candidata por la coalición PAN-PRD a la presidencia municipal de la capital del Estado.
Que si la tiene fácil o no es una lectura muy lineal.
Son tres las fuerzas de poder las que habrán de disputar Xalapa, una plaza sustantiva en la percepción nacional por ser la capital de Veracruz.
Y son cuatro los factores reales de poder –Morena, PAN-PRD y PRI- y un electorado pensante, reflexivo, el mismo que ha entregado el poder a los tres institutos políticos con lo cual no le garantiza nada a Morena por más que se diga que ganará la vaca de Hipolíto Rodríguez.
Las vacas, con perdón de los toros, ni son tan buenas, ni dan tanta leche como para ganarse al respetable ya que está demostrado que una vez que llegan al poder, sea por la vía de las diputaciones federales o locales, ni pichan, ni cachan, ni dejan batear.
De hecho, ni leche dan.
Más les interesa la gestión partidista nacional y la adoración del Peje, que la social o de servicio a quienes votaron por ellos.
Eso por lo que toca a Morena ya que para el PRI, el voto de castigo parece imposible de superarse por más que se le invierta. Sin embargo, tiene una tabla de salvación. Confía en su voto duro, en el voto leal, el de los priistas que se han abstenido en anteriores elecciones de ir a las urnas.
Es en esa coyuntura donde entra el aspirante Alejandro Montano.
Y en el último tercio, acaso el primero, entra Ana Mirian Ferraz, miembro de una respetable dinastía de comunicadores, que se aferra más que al apellido a su trabajo en favor de los que menos tienen.
Por estos días puntea en la preferencia electoral dado que fue victimizada por los barones del dinero y los corruptos perredistas que la quisieron apartar a malagueña.
Eso, tras su reposicionamiento ordenado desde el CEN del PRD en la ciudad de México, la ha legitimado entre los jalapeños. Es por ello que el mismo morbo obliga a indagar quién es esta dama y qué quiere para con los capitalinos, para con los que deciden si se van con melón o con sandía.
Y es que a la vuelta del cuatro de junio, para Ana Miriam representa la mejor oportunidad de encaramarse en la alcaldía, ahora sí, en calidad de una líder, de una verdadera mujer que eventualmente le podría dar lustre al ayuntamiento.
Xalapa arrastra infaustos recuerdos de malandrines y una corrupta alcaldesa andrógina que lo único que hizo fue dividir a los jalapeños y que la ciudadanía terminara repudiando al PRI.
El rescate de Xalapa afortunadamente se dio con Américo Zúñiga Martínez, un alcalde al que tocó vivir y sufrir a Javier Duarte, padecer, hasta la fecha, a Miguel Angel Yunes Linares y tratar de resolver la explosiva problemática capitalina sin un clavo.
Ana Miriam tiene frente a sí el reto de mantenerse en esa curva ascendente que le ha dado por estos días la circunstancia política. Tiene la invaluable oportunidad de que el jalapeño, por decirlo en términos coloquiales, compre su proyecto de gobierno sustentado en la honestidad, el respeto a la pluralidad y la continuación del plan de desarrollo que ha venido transformado a la ciudad.
Su voz meliflua enternece (quien esto escribe no la conoce, solo la ha escuchado), su apego religioso –parece monja- y el ser una madre soltera le han concitado simpatías a la par del empeño férreo del gobernador Miguel Angel Yunes de rescatar la plaza para la causa de su partido, pueden colocarla en la cima.
Y aun cuando de inicio el corazón de Yunes estaba en David, a lo hecho, pecho.
El PAN-PRD le va a meter a la capital todo: dinero, política, programa, proselitismo, un buen gallo –perdón gallina- y si se descuidan los morenos y los priistas, hasta un buen juego de magia en las urnas.
La fachada o caratula de la candidatura por lo pronto, en voz y presencia de Ana Miriam Ferraez, es el comienzo de una lucha recia en donde la comunicadora aspira a meter 30 mil votos en las urnas.
Con eso se lleva la alcaldía.
La elección será de tercios y no habrá más hitos como el registrado con el propio David Velasco o Elizabeth Morales ¡Cruz, cruz! en donde levantaron más de 80 mil sufragios en votación histórica ya que el voto a pie de urna se llegó a pagar hasta en 3 mil pesos.
En realidad eran otros tiempos, los de Fidel y sus conclapaches. Hoy Xalapa pertenece a los jalapeños y así se constatará de nuevo el próximo cuatro de junio.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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