Hasta el último respiro…

Xalapa, Ver. Jorge Winckler Ortiz FOTO: MIGUEL ANGEL CARMONA/FOTOVER
- en Opinión

Maryjose Gamboa /Cuando todo acabe, sólo anhelo ser recordado como un Fiscal que fue justo, que aplicó la ley sin sesgo, que no fabricaba ni inventaba delitos, que no torció la ley por nada ni nadie… Cuando deje de estar en el cargo, me gustaría que los veracruzanos volvieran a creer en la JUSTICIA, en que SI EXISTE y es PARA TODOS, porque yo creo en ella ciegamente, porque le he dedicado mi vida y se la dedicaré hasta el último respiro”, afirma Jorge Winckler Ortíz, Fiscal General del Estado, al término de una larga entrevista… Una entrevista en la que narra la historia del hombre detrás del cargo, en la que responde a las críticas y en la que defiende los principios que lo definen, pero en la que también reconoce que a veces un sólo mensaje en redes sociales, puede opacar las interminables horas de trabajo que se requieren para devolverle a un pueblo entero la certeza de JUSTICIA.

Desde que se tomó la decisión de dedicar este espacio cada domingo para contar las historias de vida detrás de quienes hoy tienen en sus manos la obligación legal y moral, de reconstruir Veracruz desde las cenizas, esta puede ser la entrevista más difícil que me haya tocado realizar por varias razones… La primera, porque el funcionario en cuestión fue quien asumió mi defensa cuando hacerlo significaba convertirse en enemigo del Duartismo con todos los riesgos que esto implicaba. La segunda, porque a pesar de ese lazo tan estrecho, como representante ciudadana es un deber innegociable cuestionar a quien debe comportarse como el abogado de todas y todos los veracruzanos sin distingos. Y la tercera y probablemente la más difícil, porque como reportera –a diferencia de como columnista- debes preguntar sobre cada tema relacionado con el funcionario por más álgido que sea, para finalmente plasmar sus respuestas sin filias ni fobias.

¿Cuántos “Jorges Winckler” hay Fiscal? Le pregunto al encender la grabadora, asumiendo que entiende el sentido literal y metafórico de la misma y tal cual responde, sin más palabras de por medio:

Sigo siendo el mismo, sólo que no soy político, y claro que le he preguntado a quien me conoce ¿pues cómo era antes? ¿O cómo se supone que la gente que ocupa este cargo debe ser, alguien que no habla, que no ríe, que debe mostrarse muy serio aun cuando la verdadera burla es no tener la menor intención de hacer justicia? No lo sé, sólo trato de interactuar, de estar cercano a la gente y sobre todo de hacer mi trabajo… Ahora, ¿cuántos “Jorges Winckler” hay literalmente hablando? CINCO. Mi padre quiso ponerles a todos sus hijos Jorge Winckler, dice que es el único nombre que rima con el apellido no sé por qué, pero eso dice, entonces somos cinco, mi padre Jorge Winckler, mi hermano es Jorge Eduardo Winckler, mi medio hermano es Jorge Winckler y mi sobrino es Jorge Armando Winckler y yo soy Jorge Winckler… Por lo que mi esposa y yo decidimos jamás ponerle así a uno de nuestros hijos, ya no dejaron chance para otro Jorge Winckler más”.

Sin embargo, esa manera de establecer un vínculo irrompible con los hijos a través del nombre, no siempre va a acompañada del cobijo que estos requieren. Fue el caso de este Jorge Winckler, al que su madre le dio más que un segundo apellido, ese que casi nunca se menciona, Ortiz:

Mi papá y mi mamá tuvieron diferencias personales. Mi papá ya tenía otra familia, cuando mi mamá se entera pues decide venir a vivir a Veracruz sin nada, nos vinimos a vivir y a trabajar aquí.

Yo llegue a estudiar a la Técnica 26 con mi hermana Anita, mi hermano más pequeño se queda con mi abuela porque no lo podíamos cuidar… Mi mamá era una persona muy orgullosa y mi papá era una persona muy injusta, aunque con el tiempo aprendí a no juzgarlo, él tuvo sus razones, pero nunca dejaré de agradecer y reconocer el esfuerzo de mi madre, porque trabajaba todo el día para sacar adelante a sus hijos. Ella me enseñó lo que es importante en la vida: TRABAJAR, a no esperar que los demás resuelvan tu vida, sino a valerse por ti mismo”.

Y vaya que aprendió la lección. Decidió estudiar dos carreras al mismo tiempo, en las mañanas ingeniería en sistemas de cómputo en el Tecnológico de Veracruz, y en las tardes leyes. Y entre una y otra carrera, a trabajar para mantenerse. Mesero en el hotel Hawai, office boy, cadenero en un restaurante en las noches, y empleado de McDonald’s y mecánico automotriz los fines de semana, hasta que el cuerpo no pudo más y tuvo que decidir… Optó por las leyes, porque simplemente no toleró nunca las injusticias:

Empecé a trabajar para el Barzón defendiendo los casos de la banca ¡Y cómo peleaba! A esa edad, 20 años, yo defendía como podía lo que me parecía justo con o sin mucha razón jurídica, hasta que un abogado que me observaba en silencio me dijo que estaba mal enfocando tanta energía, que necesitaba si quería de verdad defender a la gente, más práctica y estudio en leyes y me invito a colaborar en su despacho. Hasta el día de hoy aprecio mucho al licenciado -Marcos Torres Zamudio- porque cambio mi vida al hacerme parte de su bufete jurídico, y porque me ayudo a crecer como profesionista y ser humano… Después por razones que solamente la vida y el destino saben, me acercan a una persona a la que le estaré siempre agradecida, el Ingeniero Valentín Ruíz (QEPD), quise y quiero mucho a su familia, a Doña Teté, a estas personas que sin conocerme me dieron la oportunidad de ser su abogado. Luego cuando ya había podido ganar casos importantes, llegaron otras personas a quienes también les agradeceré siempre como Don Carlos Gutiérrez de Velasco”.

Durante esa primera etapa, marcada por las carencias, Jorge Winckler conoce a quien ha sido más que su esposa, su cómplice de vida… Mónica. La mujer con quien desde hace 16 años comparte cada lucha, quien lo esperaba recién casados en un modesto departamento en el que sólo había un colchón, una tele, un refri, la pequeña Valeria, y un montón de sueños. A quien de novios sólo invitaba a caminar porque ni para el camión había, pero a quien desde ese día y hasta la fecha, ya con dos hijos más en la familia, le sigue profesando un amor a prueba de todo, incluso del mundo tan distante y tan distinto como en el que hoy habita:

Estoy muy contento de estar en un lugar en donde se puede ayudar a mucha más gente que la que podía ayudar desde mi pequeña oficina, aunque no fue fácil tomar la decisión por mi familia. No soy insensible, al contrario, si algo me caracteriza y la gente que me conoce lo sabe, es que siempre estaré de lado del desprotegido, cuando la gente ha acudido a mí he estado incondicionalmente sin esperar nada a cambio. En el caso específico de los Colectivos tienen toda la razón porque como el resto de los veracruzanos esperan mucho de este gobierno y hay que dar resultados, la esperanza de mucha gente está puesta en nosotros y de todas las críticas trato de aprender algo. No podemos cegarnos a la crítica, la gente tiene derecho a todo lo que se le prometió y se les debe cumplir”.

En ese momento llega la pregunta obligada… ¿Siendo así Fiscal, que responde ante los cuestionamiento sobre Luis Ángel Bravo, sobre Duarte, sobre muchos funcionarios que se pasean con al menos una aparente tranquilidad que ofende? Jorge Winckler sin titubear responde:

No hay intocables y te respondo de frente, NO he hecho ningún acuerdo con nadie, investigamos en este momento a más de 300 funcionarios públicos. Los colectivos no han denunciado a Luis Ángel pero aun así está siendo investigado, no vamos inventar delitos ni fabricar pruebas, yo no podría vivir con eso, pero está siendo investigado por circunstancias que hacen presumible que en la fiscalía dejo algunas cuestiones de omisión y habrá que ver si existe responsabilidad. Si se pasean o no es cosa de ellos porque muchos saben que son investigados, aunque el nuevo sistema de justicia penal es complejo, y lo celebro no solo para que ya no haya inocentes en la cárcel, sino porque nos permite a quienes tenemos la responsabilidad de llevarlos ante un juez, realizar un trabajo impecable y responder al compromiso de a la par, respetar los derechos humanos y garantías. Hoy hay un listado de delitos muy chiquitito que amerita que una persona esté en prisión. Listado que no hice yo, pero que determina que muchos delitos de servidores públicos contra la sociedad en general, ya no ameritan prisión de manera oficiosa, aun así se puede, pero hay que establecer diversas hipótesis para que un juez de control escuche el argumento de la fiscalía y lo ordene”.

Después de esta respuesta y conociendo los beneficios pero también de las limitaciones de este nuevo sistema de justicia penal, son necesarias dos preguntas más… ¿Y tiene libertad para trabajar, es de verdad un Fiscal autónomo? Y la segunda, siendo así y sabiendo los periodistas que hay información que la propia ley le impide revelar ¿por qué no se lleva una buena relación con ellos?

Hay autonomía, el Gobernador Yunes informa sobre temas generales, pero en el tema de la fiscalía no, y hay casos muy concretos, por ejemplo el de Flavino Ríos… Se integró la investigación y él se enteró cuando ya estaba detenido, puso cara de sorprendido porque no sabía, cuando se le detiene, era en un viaje que hicimos a Minatitlán con el grupo de coordinación un domingo y yo le dije que teníamos detenido al ex gobernador, y me dice Duarte, le dije no, Flavino… Respecto al tema de los periodistas ha faltado comunicación, acercarme a grupos que hoy me señalan quizás sin conocerme, me he limitado a respetar que ellos hagan su trabajo y yo el mío, pero a veces se involucra la política y yo no soy político. Quizás antes había más políticos que fiscales, hacían reuniones y platicaban pero eso no es dar resultados. Yo vine hacer mi trabajo, no política, y mi trabajo es investigar para hacer justicia incluso en casos que ya se llevó la PGR y solo ellos tienen facultad para ejecutar las órdenes de aprehensión como el caso de Javier Duarte. Aun así seguimos en el tema, el martes incluso tengo una reunión sobre las denuncias que se han sumado en contra de él y Karime Macías”.

Finalmente, el Fiscal más joven que ha tenido Veracruz -el próximo viernes cumplirá 42 años- hace una pausa, el celular ha sonado en 23 ocasiones en los 45 minutos que duró la entrevista, y responde a la pregunta final… ¿Si de verdad cree en la justicia, cederá ante la presión mediática?

No, no me rajo, voy estar hasta que el congreso determine que este, que es quien decide en un momento dado quien es el nuevo fiscal, no me voy a bajar del barco porque hay un compromiso con la gente, con los miles de agraviados de dos sexenios en el que estado de derecho se rompió, conmigo mismo, y sobre todo con ese concepto que representa todo en lo que creo… JUSTICIA”.

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