Sin embargo, el juez argumentó que el procedimiento de los policías no fue el adecuado, pues en lugar de recluirlos en la cárcel más cercana, los policías los llevaron a las instalaciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, SEIDO en la Ciudad de México. Ya en libertad dos de los delincuentes, los líderes de la banda “Los Arturines”, volvieron a secuestrar, esta vez a una persona que tenían guardada en Acayucan.
Ahí los volvieron a detener junto con otras ocho personas. Sólo falta que el mismo juez, Pedro José Zorrilla, los deje nuevamente en libertad. Cabría preguntar, ¿dónde está el sentido común que debe contener una ley? ¿Y los que la aplican, dónde está su sentido de justicia?