Vaya, vaya, cuánta animadversión provoca la exalcaldesa Elizabeth Morales García. Apenas se anunció sobre su llegada a la delegación del ISSSTE y ya en las redes sociales y en los portales informativos se soltaron a denostarla y a repudiar su nombramiento en el lugar en que alguna vez estuvo Renato Alarcón. Mientras Elizabeth estuvo en la Profeco, mientras no hacía ruido, nadie se acordaba de ella, nadie preguntaba por ella. Pero apenas asomó la cabeza y de inmediato surgen las voces de repudio y, hay que decirlo, odio.
Con razón perdió la elección en contra de Cuitláhuac García, pues ni sus mismos correligionarios la querían. Y es que con la llegada de Elizabeth Morales a un puesto más relevante se levantan sus posibilidades para contender por una senaduría.
De modo que en los próximos días no extrañe que cunda el fuego amigo en contra de la delgada del ISSSTE. ¿Aquí habría que preguntarse si al gobernador de Veracruz le preguntaron si estaba de acuerdo con la llegada al ISSSTE de esta poco apreciada dama? Y es que del ISSSTE Yunes Linares sabe mucho, pues él fue director de esta institución.
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